Mandamientos de la Iglesia Catolica

La Iglesia, como Madre y Maestra que es, para cumplir con su misión da normas para ayudar a los cristianos a cumplir y vivir mejor los mandatos de Dios. Entre estas leyes o normas se encuentran los Mandamientos de la Iglesia. Todas las personas que pertenecen a Ella están obligados a cumplir con ellos.

Los 10 Mandamientos dados a Moisés son totalmente independiente de estos mandamientos o preceptos, ambos de deben cumplir para alcanzar la Santificación, es decir uno no excluye al otro.

 

¿Por qué la Iglesia nos da los preceptos?

La Iglesia, Madre y Maestra, nos da los preceptos para garantizar a los fieles el mínimo indispensable respecto al espíritu de oración y al compromiso moral y ascético. Nosotros debemos escucharla porque Jesús ha dicho a los Apóstoles y a sus sucesores: "Quien os escucha a vosotros me escucha a mí" (Lc 10, 16).

 

¿Qué nos prescriben los preceptos de la Iglesia?

Los preceptos de la Iglesia nos prescriben la participación en la Misa los domingos y las fiestas de precepto, la confesión al menos una vez al año y la comunión en el período pascual, y finalmente, la abstinencia de carne todos los viernes y la abstinencia el miércoles de ceniza y el viernes santo.

Navidad, Epifanía, Asención, Corpus Christi, Madre de Dios, Inmaculada Concepción, Asunción, San José, San Pedro y San Pablo, Todos los Santos.

 

¿En qué consiste el ayuno prescrito por la Iglesia?

El ayuno prescrito por la Iglesia consiste en hacer una sola comida normal y reducir las otras dos comidas al mínimo indispensable. Esto obliga al que es mayor de edad y no ha cumplido todavía los 59 años (mientras el precepto de la abstinencia obliga a todo el que haya cumplido los 14 años).

 

¿Es posible sustituir la abstinencia de carne con otra obra de penitencia?

En España esto está permitido fuera del tiempo de cuaresma.

 

¿Los preceptos de la Iglesia obligan gravemente?

Por su naturaleza los preceptos de la Iglesia obligan gravemente, pero la transgresión del precepto de la abstinencia y del ayuno es grave sólo cuando es habitual y repetida.

 

¿Qué obtiene el que observa fielmente los preceptos de la Iglesia?

Quien observa fielmente tales preceptos es compensado por un vivo sentimiento de amor hacia la Iglesia, su Madre, a la cual dedica gustosamente su tiempo y su compromiso, y hasta su vida a imitación de Cristo Señor (Ef 5, 25).

 

1. Oír Misa entera los domingos y fiestas de guardar.

Es decir, la Misa comienza y termina con la oración de la Santa Cruz, el hecho de llegar tarde y salirse antes de la bendición final no cumple el requisita de Misa completa, no olvidemos que Judas Iscariote fue el primero en salirse antes de que terminara la Ultima Cena, eso quiere decir que queremos ser como el?, o como los demás apóstoles, salir después de Jesús, que durante la Santa Misa está representado por el Sacerdote.

 

2. Confesar los pecados graves cuando menos una vez al año, en peligro de muerte y si se ha de comulgar.

Con esto nos quiere decir que nos invita a limpiar nuestra alma de todo pecado, y estar listos para comulgar en Pascua. No olvidemos que para poder comulgar debemos antes estar libres de pecado mortal, y por eso la importancia de la confección es muy saludable para el alma una confección continua eso nos ayudara a fortalecer nuestra alma contra las tentaciones.

 

3. Comulgar por Pascua de Resurrección.

Esto nos ayuda para fortalecer y alimentar nuestra alma, es nuestro alimento spiritual.

 

4. Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Iglesia.

Esto nos ayuda a forjar en nosotros un Espíritu de lucha y al mismo tiempo nos une al gran sacrificio de Jesús que El también ayuno 40 días previos a su sacrificio, eso le dio la fuerza necesaria para salir triunfante y llegar a la Victoria de la Resurrección.

 

5. Ayudar a la Iglesia en sus necesidades.

Jesús nos da las obras de misericordia para ayudar al necesitado no olvidando lo que nos dijo en Mateo 25, 34

  

34 Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: "Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo,

35 porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron;

36 desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver".

37 Los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber?

38 ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos?

39 ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?".

40 Y el Rey les responderá: "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo".

41 Luego dirá a los de su izquierda: "Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles,

42 porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber;

43 estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron".

 

 Dios les bendiga y la Santísima Virgen les cubra con su manto.