Wednesday, January 27, 2010

Liturgia de la Eucaristia

LITURGIA DE LA EUCARISTÍA 


Presentación de ofrendas - Plegaria Eucarística.

El segundo momento de la Misa comienza con la preparación de la Mesa del altar para el banquete eucarístico.

En la Última cena, Cristo instituyó el sacrificio y el banquete pascual y encomendó a sus discípulos que lo repitieran en conmemoración suya.

En la preparación de los dones llevamos al altar pan, vino y agua: los mismos elementos que Cristo tomó en sus manos. Mientras el sacerdote o diácono recibe las ofrendas, entonamos un canto, que simplemente acompaña el momento. "Desde el principio, junto con el pan y el vino para la eucaristía, los cristianos presentan también sus dones para compartirlos con los que tienen necesidad. Esta costumbre de la colecta, siempre actual, se inspira en el ejemplo de Cristo que se hizo pobre para enriquecernos..." (Catecismo de la Iglesia Católica, Nº 1351). Luego, el sacerdote se lava las manos, expresando así su deseo de purificación interior.


En la Plegaria Eucarística se da gracias a Dios por nuestra salvación y se hace la ofrenda del Cuerpo y Sangre de Cristo. Podemos distinguir dentro de ella algunos elementos:

Acción de gracias: en la cual el sacerdote en nombre de todo el pueblo da gracias por la salvación. Todos nos unimos a la alabanza incesante de la Iglesia, cantando a Dios el Santo, que es el canto más importante de la Liturgia de la Eucaristía. Se trata de un canto de inspiración bíblica, tomado en su primera parte del libro del profeta Isaías y en la segunda, del Evangelio de Mateo. Con esta aclamación, cantamos nuestra alabanza al Dios creador y salvador y exclamamos nuestro gozo por "el que viene", Cristo Jesús.

Epiclesis: la Iglesia pide al padre que envíe su Espíritu Santo sobre el pan y el vino, para que se conviertan por su poder en el Cuerpo y Sangre de Cristo.

Relato de la Institución de la Eucaristía y Consagración: la fuerza de las palabras y de la acción de Cristo y el poder del Espíritu Santo hacen sacramentalmente presentes su Cuerpo y su Sangre.

Anamnesis: hacemos memoria del mismo Cristo, recordando principalmente su Pasión, Resurrección y Ascensión. Luego, se presenta la Padre la hostia consagrada. La Iglesia procura que los fieles aprendamos a ofrecernos a nosotros mismos en este momento.

Intercesiones: se expresa que la Eucaristía se celebra en comunión con toda la Iglesia, del cielo y de la tierra, y que la ofrenda se hace por ella misma y por todos sus miembros, vivos y difuntos.

Doxología final: se expresa la glorificación de Dios ("Por Cristo, con Él y en Él...") y se confirma y termina con la aclamación del pueblo: Amén, que es el más importante de toda la Misa, porque con él manifestamos nuestra adhesión decidida a todo lo que el sacerdote ha afirmado durante la Plegaria.

Esta extensa oración es el centro de la Eucaristía. Aún así, no siempre le damos la importancia que se merece.

No comments:

Post a Comment