San Luis Maria de Monfort
CONSAGRACION A JESUS POR
MEDIO DE MARIA
INTRODUCCIÓN
Preparación seria: La fórmula de Consagración Total a
Jesús por María de San Luis María Grignion de Monfort no se debe tomar a la
ligera. Esto queda probado por el hecho de que el mismo Santo aboga por una
seria preparación.
Consiste en doce días
preliminares para que el alma trate de vaciarse del espíritu del
mundo, que es todo lo opuesto al espíritu de Jesucristo. A éstos seguirán tres semanas de oración y
meditación, durante las cuales el alma buscará un mejor conocimiento de
si misma (primera semana) de María (segunda semana) y de Jesucristo (tercera
semana).
Aunque se recomienda mucho este tiempo preliminar, es
obvio que el tiempo empleado en dicha preparación puede variar según las
necesidades personales y las circunstancias. Para provecho de aquellas personas
que quieren hacer la preparación completa, recomendadas por el santo, los
padres Montfortianos de los EUA, han reunido en un libro las oraciones y
meditaciones que proporcionan una preparación adecuada para la Consagración
Total a Jesús por María.
Primera Parte
DOCE DÍAS PRELIMINARES
Tema: El espíritu del mundo
Examina tu conciencia, reza, practica la renuncia a tu propia voluntad; mortificación, pureza de corazón. Esta pureza es la condición indispensable para contemplar a Dios en el cielo, verle en la tierra y conocerle a la luz de la fe.
La primera parte de la preparación se deberá emplear en vaciarse del espíritu del mundo, que es contrario al espíritu de Jesucristo. El espíritu del mundo consiste en esencia en la negación del dominio supremo de Dios, negación que se manifiesta en la práctica del pecado y la desobediencia; por tanto es totalmente opuesto al espíritu de Jesucristo, que es también el de María.
Esto se manifiesta por la concupiscencia de la carne, por la concupiscencia de los ojos y por el orgullo como norma de vida, así como por la desobediencia a las leyes de Dios y el abuso de las cosas creadas. Sus obras son el pecado en todas sus formas; en consecuencia todo aquello por lo cual el demonio nos lleva al pecado; obras que conducen al error y oscuridad de la mente y seducción y corrupción de la voluntad. Sus pompas son el esplendor y las artimañas empleadas por el demonio para hacer que el pecado sea deleitoso, en las personas, sitios y cosas.
ORACIONES PARA LOS DOCE DÍAS PRELIMINARES
Veni Creator Spiritus
Ven Espíritu creador; visita las almas de tus fieles.
Llena de la divina gracia los corazones que Tú mismo has creado.
Tú eres nuestro consuelo, don de Dios altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tú el dedo de la mano de Dios,
Tú el prometido del Padre, pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.
Enciende con tu luz nuestros sentidos, infunde tu amor en nuestros corazones
y con tu perpetuo auxilio, fortalece nuestra frágil carne.
Aleja de nosotros al enemigo, danos pronto tu paz,
siendo Tú mismo nuestro guía evitaremos todo lo que es nocivo.
Por Ti conozcamos al Padre y también al Hijo y que en Ti,
que eres el Espíritu de ambos, creamos en todo tiempo.
Gloria a Dios Padre y al Hijo que resucitó de entre los muertos,
y al Espíritu Consolador, por los siglos infinitos.
Amén.
Ave Maris Stella
Salve, estrella del mar, Madre santa de Dios y siempre Virgen, feliz puerta del cielo. Aceptando aquel «Ave» de la boca de Gabriel, afiánzanos en la paz al trocar el nombre de Eva. Desata las ataduras de los reos, da luz a quienes no ven, ahuyenta nuestros males, pide para nosotros todos los bienes. Muestra que eres nuestra Madre, que por ti acoja nuestras súplicas Quien nació por nosotros, tomando el ser de ti. Virgen singular, dulce como ninguna, l líbranos de la culpa, haznos dóciles y castos. Facilítanos una vida pura, prepáranos un camino seguro, para que viendo a Jesús, nos podamos alegrar para siempre contigo. Alabemos a Dios Padre, glorifiquemos a Cristo soberano y al Espíritu Santo, y demos a las Tres personas un mismo honor. Amén.
Magnificat
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. |
DÍA 1º Leer San Mateo Capítulo 5 versículos del 1 al 19
1 Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se
sentó, y sus discípulos se acercaron a él.
2 Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles,
diciendo:
3 «Felices los que tienen alma de pobres, porque a
ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
4 Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en
herencia.
5 Felices los afligidos, porque serán consolados.
6 Felices los que tienen hambre y sed de justicia,
porque serán saciados.
7 Felices los misericordiosos, porque obtendrán
misericordia.
8 Felices los que tienen el corazón puro, porque verán
a Dios.
9 Felices los que trabajan por la paz, porque serán
llamados hijos de Dios.
10 Felices los que son perseguidos por practicar la
justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
11 Felices ustedes, cuando sean insultados y
perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.
12 Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes
tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los
profetas que los precedieron.
13 Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal
pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino
para ser tirada y pisada por los hombres.
14 Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar
una ciudad situada en la cima de una montaña.
15 Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de
un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los
que están en la casa.
16 Así debe brillar ante los ojos de los hombres la
luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen
al Padre que está en el cielo.
17 No piensen que vine para abolir la Ley o los
Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.
18 Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma
de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se
realice.
19 El que no cumpla el más pequeño de estos
mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor
en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será
considerado grande en el Reino de los Cielos.
Día 2º Leer San Mateo Capítulo 5 versículo 48 y Capítulo 6 del 1 al 15
48 Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el
Padre que está en el cielo
1 Tengan cuidado de no practicar su justicia delante
de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna
recompensa del Padre que está en el cielo.
2 Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas
pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las
calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su
recompensa.
3 Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore
lo que hace la derecha,
4 para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre,
que ve en lo secreto, te recompensará.
5 Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a
ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles,
para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
6 Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación,
cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en
lo secreto, te recompensará.
7 Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los
paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados.
8 No hagan como ellos, porque el Padre que está en el
cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.
10 que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la
tierra como en el cielo.
11 Danos hoy nuestro pan de cada día.
12 Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos
a los que nos han ofendido.
13 No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos
del mal.
14 Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que
está en el cielo también los perdonará a ustedes.
15 Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre
los perdonará a ustedes.
Día 3º Leer San Mateo Capítulo 7 versículos 1 al 14
1 No juzguen, para no ser juzgados.
2 Porque con el criterio con que ustedes juzguen se
los juzgará, y la medida con que midan se usará para ustedes.
3 ¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu
hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo?
4 ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «Deja que te
saque la paja de tu ojo», si hay una viga en el tuyo?
5 Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y
entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.
6 No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen
sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra
ustedes para destrozarlos.
7 Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y
se les abrirá.
8 Porque todo el que pide, recibe; el que busca,
encuentra; y al que llama, se le abrirá.
9 ¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da
una piedra?
10 ¿O si le pide un pez, le da una serpiente?
11 Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a
sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará cosas buenas a aquellos que se
las pidan!
12 Todos los que deseen que los demás hagan por
ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.
13 Entren por la puerta estrecha, porque es ancha la
puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que van
por allí.
14 Pero es angosta la puerta y estrecho el camino que
lleva a la Vida, y son pocos los que lo encuentran.
Día 4º
Que ningún bien tiene el hombre de suyo ni cosa alguna de qué alabarse
Señor, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, o el hijo del hombre para que le visites?
¿Qué ha merecido el hombre para que le dieses Tu gracia?
Señor, ¿de qué me puedo quejar si me desamparas? O ¿cómo justamente podré contender contigo, si no hicieres lo que pido?
Por cierto, una cosa puedo yo pensar y decir con verdad: Nada soy. Señor, nada puedo, nada bueno tengo de mí; mas en todo me hallo vacío, y camino siempre a la nada.
Y si no soy ayudado e instruido interiormente por Ti, me vuelvo enteramente tibio y disipado.
Mas Tú, Señor, eres siempre el mismo, y permaneces eternamente, siempre bueno, justo y santo, haciendo todas las cosas bien, justa y santamente, y ordenándolas con sabiduría. Pero yo, que soy más inclinado a caer que a aprovechar, no persevero siempre en un estado, y me mudo siete veces cada día.
Mas luego me va mejor cuando te dignas alargarme tu mano auxiliadora; porque Tú solo, sin humano favor, me puedes socorrer y fortalecer, de manera que no se mude más mi semblante, sino que a Ti solo se convierta y en Ti descanse mi corazón.
El que quisiere estar muy seguro en tiempo de paz, se encontrará abatido y temeroso en tiempo de guerra.
Si supieses permanecer siempre humilde y pequeño para contigo, y morar u regir bien tu espíritu, no caerías tan presto en peligro ni pecado.
Buen consejo es que pienses cuando estás con fervor de espíritu, lo que puede ocurrir con la ausencia de luz.
(Imitación de Cristo, libro II, caps. 40 y 7)
Oraciones para los doce días preliminares
DIA 5º
Por lo cual, si yo supiese bien desechar toda consolación humana, ya sea por alcanzar devoción o por la necesidad que tengo de buscarte, porque no hay hombre que me consuele, entonces con razón, podría yo esperar en tu gracia, y alegrarme con el don de la nueva consolación.
Gracias sean dadas a Ti, de quien viene todo, siempre que me sucede algún bien.
Porque delante de Ti yo soy vanidad y nada, hombre mudable y flaco.
¿De dónde, pues, me puedo gloriar, o por qué deseo ser estimado?
¿Por ventura de la nada? Esto es vanísimo.
Verdaderamente, la gloria frívola es una verdadera peste y grandísima vanidad; porque nos aparta de la verdadera gloria y nos despoja de la gracia celestial.
Porque contentándose un hombre a sí mismo, te descontenta a Ti; cuando desea las alabanzas humanas, es privado de las virtudes verdaderas.La verdadera gloria y alegría santa consiste en gloriarse en Ti y no en sí; gozarse en Tu nombre, y no en su propia virtud, ni deleitarse en criatura alguna, sino por Ti.
Sea alabado Tu nombre, y no el mío; engrandecidas sean Tus obras, y no las mías; bendito sea Tu santo nombre, y no me sea a mí atribuida parte alguna de las alabanzas de los hombre. Tú eres mi gloria. Tú eres la alegría de mi corazón.
En Ti me gloriaré y ensalzaré todos los días; mas de mi parte no hay de qué, sino de mis flaquezas.
(Imitación de Cristo, libro III, cap. 40)
Oraciones para los doce días preliminares
Día 6º
El ejemplo de los Santos Padres
Considera bien los heroicos ejemplos de los Santos Padres, en los cuales resplandece la verdadera perfección y religión, y verás cuán poco o casi nada es lo que hacemos.
¡Ay de nosotros! ¿Qué es nuestra vida comparada con la suya?
Los santos y amigos de Cristo sirvieron al Señor en hambre, en sed, en frío y desnudez, en trabajos y fatigas, en vigilias y ayunos, en oraciones y santas meditaciones, en persecuciones y muchos oprobios.
¡Oh! ¡Cuán graves y muchas tribulaciones padecieron los apóstoles, mártires, confesores, vírgenes y todos los demás que quisieron seguir las pisadas de Jesucristo!
Pues en esta vida aborrecieron sus vidas para poseer sus almas en la eterna.
¡Oh! ¡Cuán estrecha retirada vida hicieron los Santos Padres en el yermo! ¡Cuán largas y graves tentaciones padecieron! ¡Cuán ordinarios fueron atormentados del enemigo! ¡Cuán continuas y fervientes oraciones ofrecieron a Dios! ¡Cuán rigurosas abstinencias cumplieron! ¡Cuán gran celo y fervor tuvieron en su aprovechamiento espiritual! ¡Cuán fuertes peleas pasaron para vencer los vicios! ¡Cuán pura y recta intención tuvieron con Dios!
De día trabajaban, y por la noche se ocupaban en larga oración; y aunque trabajando, no cesaban de la oración mental.
Todo el tiempo gestaban bien; las horas les parecían cortas para darse a Dios; y por la gran dulzura de la contemplación, se olvidaban de la necesidad del mantenimiento corporal.
Renunciaban a todas las riquezas, honras, dignidades, parientes y amigos; ninguna cosa querían del mundo; apenas tomaban lo necesario para la vida, y les era pesado servir a su cuerpo aun en las cosas necesarias.
De modo que eran pobres de lo temporal, pero riquísimos en gracia y virtudes.
(Imitación de Cristo, libro I, cap. 18)
Oraciones para los doce días preliminares
Día 7º
En lo de fuera eran necesitados, pero en lo interior estaban con la gracia y divinas consolaciones recreados.
Ajenos eran al mundo; mas muy allegados a Dios, del cual eran familiares y amigos.
Teníanse por nada cuando a sí mismos, y para con el mundo eran despreciados; mas en los ojos de Dios eran muy preciosos y amados.
Estaban en verdadera humildad; vivían en la sencilla obediencia; andaban en caridad y paciencia, y por eso cada día crecían en espíritu, y alcanzaban mucha gracia delante de Dios.
Fueron puestos por dechados a todos los religiosos y más nos deben mover para aprovechar el bien, que no la muchedumbre de los tibios para aflojar y descaecer. ¡Oh! ¡Cuán grande fue el fervor de todos los religiosos al principio de sus sagrados institutos!
¡Cuánta la devoción de la Oración! ¡Cuánto el celo de la virtud! ¡Cuánta disciplina floreció! ¡Cuánta reverencia y obediencia al superior hubo en todas las cosas!
Aun hasta ahora dan testimonio de ello las señales que quedaron, de que fueron verdaderamente varones santos y perfectos que, peleando tan esforzadamente, vencieron al mundo.
Ahora ya se estima en mucho aquel que no es transgresor, y si con paciencia puede sufrir lo que aceptó por su voluntad.
¡Oh tibieza y negligencia de nuestro estado, que tan presto declinamos del fervor primero, y nos es molesto el vivir por nuestra flojedad y tibieza!
¡Pluguíese a Dios que no durmiese en ti el aprovechamiento de las virtudes, pues viste muchas veces tantos ejemplos de devotos!
(Imitación de Cristo, libro I, cap. 18)
Oraciones para los doce días preliminares
Día 8º
Cómo se ha de resistir a las tentaciones
Mientras en el mundo vivimos no podemos estar sin tribulaciones y tentaciones.
Por lo cual está escrito en Job: Tentación es la vida del hombre sobre la tierra.
Por eso cada uno debe tener mucho cuidado acerca de la tentación, y velar en oración, porque no halle el demonio lugar de engañarle, que nunca duerme, sino busca por todos lados a quién tragarse.
Ninguno hay tan santo ni tan perfecto que no tenga algunas veces tentaciones, y no podemos vivir sin ellas.
Mas las tentaciones son muchas utilísimas al hombre, aunque sean graves y pesadas, porque en ellas es uno humillado, purgado y enseñado.
Todos los santos, por muchas tribulaciones y tentaciones pasaron, y aprovecharon.
Y los que no las quisieron sufrir y llevar bien, fueron tenidos por malos y desfallecieron.
No hay orden ni religión tan santa, ni lugar tan secreto, donde no haya tentaciones y adversidades.
No hay hombre seguro del todo de tentaciones mientras que vive; porque en nosotros mismos está la causa de donde vienen, pues que nacimos con la inclinación al pecado.
Pasada una tentación o tribulación sobreviene otra, y siempre tendremos que sufrir, porque se perdió el bien de nuestra primera felicidad.
Muchos quieren huir de las tentaciones, y caen en ellas más gravemente.
No se pueden vencer sólo con huirlas; con paciencia y buen ánimo, vencerlas (con el favor divino) mejor que no con tu propio conato y fatiga.
Toma muchas veces consejo en la tentación, y no seas desabrido con el que está tentado; antes procura consolarle como tú lo quisieras para ti.
El principio de toda tentación es la inconstancia del ánimo y la poca confianza en Dios.
Porque como la nave sin timón la llevan a una y otra parte las olas, así el hombre descuidado y que desiste de sus propósitos es tentado de diversas maneras.
(Imitación de Cristo, libro 1, cap. 13)
Oraciones para los doce días preliminares
Día 9º
El fuego prueba al hierro, y la tentación al hombre justo.
En lo de fuera eran necesitados, pero en lo interior estaban con la gracia y divinas consolaciones recreados.
Ajenos eran al mundo; mas muy allegados a Dios, del cual eran familiares y amigos.
Teníanse por nada cuando a sí mismos, y para con el mundo eran despreciados; mas en los ojos de Dios eran muy preciosos y amados.
Estaban en verdadera humildad; vivían en la sencilla obediencia; andaban en caridad y paciencia, y por eso cada día crecían en espíritu, y alcanzaban mucha gracia delante de Dios.
Fueron puestos por dechados a todos los religiosos y más nos deben mover para aprovechar el bien, que no la muchedumbre de los tibios para aflojar y descaecer. ¡Oh! ¡Cuán grande fue el fervor de todos los religiosos al principio de sus sagrados institutos!
¡Cuánta la devoción de la Oración! ¡Cuánto el celo de la virtud! ¡Cuánta disciplina floreció! ¡Cuánta reverencia y obediencia al superior hubo en todas las cosas!
Aun hasta ahora dan testimonio de ello las señales que quedaron, de que fueron verdaderamente varones santos y perfectos que, peleando tan esforzadamente, vencieron al mundo.
Ahora ya se estima en mucho aquel que no es transgresor, y si con paciencia puede sufrir lo que aceptó por su voluntad.
¡Oh tibieza y negligencia de nuestro estado, que tan presto declinamos del fervor primero, y nos es molesto el vivir por nuestra flojedad y tibieza!
¡Pluguíese a Dios que no durmiese en ti el aprovechamiento de las virtudes, pues viste muchas veces tantos ejemplos de devotos!
(Imitación de Cristo, libro I, cap. 18)
Oraciones para los doce días preliminares
Día 8º
Cómo se ha de resistir a las tentaciones
Mientras en el mundo vivimos no podemos estar sin tribulaciones y tentaciones.
Por lo cual está escrito en Job: Tentación es la vida del hombre sobre la tierra.
Por eso cada uno debe tener mucho cuidado acerca de la tentación, y velar en oración, porque no halle el demonio lugar de engañarle, que nunca duerme, sino busca por todos lados a quién tragarse.
Ninguno hay tan santo ni tan perfecto que no tenga algunas veces tentaciones, y no podemos vivir sin ellas.
Mas las tentaciones son muchas utilísimas al hombre, aunque sean graves y pesadas, porque en ellas es uno humillado, purgado y enseñado.
Todos los santos, por muchas tribulaciones y tentaciones pasaron, y aprovecharon.
Y los que no las quisieron sufrir y llevar bien, fueron tenidos por malos y desfallecieron.
No hay orden ni religión tan santa, ni lugar tan secreto, donde no haya tentaciones y adversidades.
No hay hombre seguro del todo de tentaciones mientras que vive; porque en nosotros mismos está la causa de donde vienen, pues que nacimos con la inclinación al pecado.
Pasada una tentación o tribulación sobreviene otra, y siempre tendremos que sufrir, porque se perdió el bien de nuestra primera felicidad.
Muchos quieren huir de las tentaciones, y caen en ellas más gravemente.
No se pueden vencer sólo con huirlas; con paciencia y buen ánimo, vencerlas (con el favor divino) mejor que no con tu propio conato y fatiga.
Toma muchas veces consejo en la tentación, y no seas desabrido con el que está tentado; antes procura consolarle como tú lo quisieras para ti.
El principio de toda tentación es la inconstancia del ánimo y la poca confianza en Dios.
Porque como la nave sin timón la llevan a una y otra parte las olas, así el hombre descuidado y que desiste de sus propósitos es tentado de diversas maneras.
(Imitación de Cristo, libro 1, cap. 13)
Oraciones para los doce días preliminares
Día 9º
El fuego prueba al hierro, y la tentación al hombre justo.
Muchas veces no sabemos lo que podemos; mas la
tentación descubre lo que somos.
Debemos pues, velar principalmente al venir la tentación; porque entonces más fácilmente es vencido el enemigo cuando no le dejamos pasar de la puerta del alma, y se le resiste al umbral luego que toca.
Atajar al principio el mal procura:
Si llega a echar raíz, tarde se cura.
Porque primeramente se ofrece al ánima sólo el pensamiento sencillo; después, la importuna imaginación; luego, la delectación y el torpe movimiento, y el consentimiento.
Y así entra poco a poco el maligno enemigo, y se apodera de todo por no resistirle al principio.
Y cuanto más tiempo fuere uno perezoso en resistir, tanto se hace cada día más flaco, y el enemigo contra él más fuerte.
Algunos padecen graves tentaciones al principio de su conversión, y otros, al fin.
Pero otros son molestados casi por toda su vida.
Algunos son tentados blandamente, según la sabiduría y el juicio de la divina Providencia, que mide el estado y los méritos de los hombres, y todo lo tiene ordenado para la salvación de sus escogidos.
Por eso no debemos desconfiar cuando somos tentados, sino antes rogar a Dios con mayor fervor que sea servido de ayudarnos en toda tribulación; el cual, sin duda, según el dicho de San Pablo, nos dará el auxilio junto con la tentación para que la podamos resistir.
Humillemos, pues, nuestras almas bajo la mano de Dios en toda tribulación y tentación, porque El salvará y engrandecerá a los humildes de espíritu.
En las tentaciones y adversidades se ve cuánto uno ha aprovechado y en ellas consiste el mayor merecimiento y se conoce mejor la virtud.
Imitación de Cristo, libro I, cap.13)
Oraciones para los doce días preliminares
Día 10º
En despreciando el mundo, es dulce cosa servir a Dios
Otra vez hablaré, Señor, ahora, y no callaré. Diré en los oídos de mi Dios, mi Señor y mi Rey, que está en el cielo:
¡Oh Señor, cuán grande es la abundancia de tu dulzura, que escondiste para los que te temen! Pero, ¿qué eres para los que te aman, y qué para los que te sirven de todo corazón?
Verdaderamente es inefable la dulzura de tu contemplación, la cual das a los que te aman.
En esto me has mostrado singularmente tu dulce caridad, en que cuando yo no existía me creaste, y cuando erraba lejos de ti, me convertiste para que te sirviese, y me mandaste que te amase.
¡Oh fuente de amor perenne! ¿Qué diré de Ti?
¿Cómo podré olvidarme de Ti, que te dignaste acordarte de mí aun después que yo me perdí y perecí?
Usaste de misericordia con tu siervo sobre toda esperanza, y sobre todo merecimiento me diste tu gracia y amistad.
¿Qué te volveré yo por esta gracia? Porque no se concede a todos que, dejadas todas las cosas, renuncien al mundo y escojan vida retirada.
¿Por ventura es gran cosa que yo te sirva, cuando toda criatura está obligada a servirte?
No me debe parecer mucho servirte, sino más bien me parece grande y maravilloso que Tú te dignaste recibir por siervo a un tan pobre e indigno y unirle con tus amados siervos.
Tuyas son, pues, todas las cosas que tengo y con que te sirvo.
Pero, por el contrario, Tú me sirves más a mí que yo a Ti.
El cielo y la tierra que Tú creaste para el servicio del hombre, están prontos, y hacen cada día todo lo que les has mandado; y esto es poco, pues aun has destinado los ángeles para servicio del hombre.
Mas a todas estas cosas excede el que Tú mismo te dignaste servir al hombre, y le prometiste que te darías a Ti mismo.
¿Qué te daré yo por tantos millares de beneficios? ¡Oh! ¡Si pudiese solamente, siquiera un solo día hacerte algún digno servicio!
Verdaderamente Tú solo eres digno de todo servicio, de toda honra y de alabanza eterna.
Verdaderamente Tú solo eres mi Señor, y yo soy un pobre siervo tuyo, que estoy obligado a servirte con todas mis fuerzas, y nunca debo cansarme de alabarte.
Así lo quiero, así lo deseo; y lo que me falta, ruégote que Tú lo suplas.
Grande honra y gran gloria es servirte, y despreciar todas las cosas por Ti.
Por cierto, grande gracia tendrán los que de toda voluntad se sujetaren a Tu santísimo servicio.
Hallarán la suavísima consolación del Espíritu Santo los que por amor tuyo despreciaron todo deleite carnal.
(Imitación de Cristo, libro III, cap. 10)
Oraciones para los doce días preliminares
DIA 11º
De la fervorosa enmienda de nuestra vida
Se hallaba uno lleno de congoja luchando entre el temor y la esperanza; y un día cargado de tristeza entró en la iglesia y se postró delante del altar en oración, y meditando en su corazón varias cosas, dijo: ¡Oh! ¡Si supiese que había de perseverar! Y luego oyó en lo interior la divina respuesta: ¿Qué harías si eso supieses? Haz ahora lo que entonces quisieras hacer, y estarás seguro.
Y en aquel punto, consolado y confortado, se ofreció a la divina voluntad, y cesó su congojosa turbación.
Y no quiso escudriñar curiosamente para saber lo que le había de suceder, sino que anduvo con mucho cuidado de saber lo que fuese la voluntad de Dios, y a sus divinos ojos más agradable y perfecto, para comenzar y perfeccionar toda buena obra.
El Profeta dice: Espera en el Señor, y has bondad, y habita en la tierra, y serás apacentado en sus riquezas.
Detiene a muchos el fervor de su aprovechamiento, el espanto de la dificultad, o el trabajo de la pelea.
Ciertamente aprovechan más en las virtudes, aquellos que más varonilmente ponen todas sus fuerzas para vencer las que les son más graves y contrarias.
Porque allí aprovecha el hombre más y alcanza mayor gracia, adonde más se vence, a sí mismo y se mortifica el espíritu.
Pero no todos tienen igual ánimo para vencer y mortificarse.
No obstante, el diligente y celoso de su aprovechamiento, más fuerte será para la perfección, aunque tenga muchas pasiones, que el de buen natural, si pone poco cuidado en las virtudes.
(Imitación de Cristo, libro I, cap. 25)
Oraciones para los doce días preliminares
Día 12º
Mas si vieres alguna cosa digna de reprensión, guárdate de hacerla; y si alguna vez la hiciste, procura enmendarte luego.
Así como tú miras a los otros, así los otros te miran a ti.
¡Oh! ¡Cuán alegre y dulce cosa es ver los devotos y fervorosos hermanos, con santas costumbres y observante disciplina!
¡Cuán triste y penoso es verlos andar desordenados, y qué no hacen aquello a que son llamados por su vocación!
¡Oh! ¡Cuán dañoso es ser negligentes en el propósito de su llamamiento, y ocuparse en lo que no les mandan!
Acuérdate de la profesión que tomaste, y proponte por modelo al Crucificado.
Bien puedes avergonzarte mirando la vida de Jesucristo; porque aún no estudiaste a conformarte más con El, aunque ha muchos años que estás en el camino de Dios.
El religioso que se ejercita intensa y devotamente en la santísima vida y pasión del Señor, halla allí todo lo útil y necesario cumplidamente para sí; y no hay necesidad que busque cosa mejor fuera de Jesús.
¡Oh! ¡Si viniese a nuestro corazón Jesús crucificado, cuán presto y cumplidamente seríamos enseñados.
El hombre fervoroso y diligente, a todo está dispuesto.
Mayor trabajo es resistir a los vicios y pasiones, que sudar en los trabajos corporales.
El que no evita los defectos pequeños, poco a poco cae en los grandes.
Te alegrarás siempre a la noche, si gastares bien el día.
Vela sobre ti, despiértate a ti, amonéstate a ti, y sea de los otros lo que fuere, no descuides de ti.
Tanto aprovecharás cuanto más fuerza te hicieres.
Amén.
(Imitación de Cristo, libro I, cap. 25)
Oraciones para los doce días preliminares
Debemos pues, velar principalmente al venir la tentación; porque entonces más fácilmente es vencido el enemigo cuando no le dejamos pasar de la puerta del alma, y se le resiste al umbral luego que toca.
Atajar al principio el mal procura:
Si llega a echar raíz, tarde se cura.
Porque primeramente se ofrece al ánima sólo el pensamiento sencillo; después, la importuna imaginación; luego, la delectación y el torpe movimiento, y el consentimiento.
Y así entra poco a poco el maligno enemigo, y se apodera de todo por no resistirle al principio.
Y cuanto más tiempo fuere uno perezoso en resistir, tanto se hace cada día más flaco, y el enemigo contra él más fuerte.
Algunos padecen graves tentaciones al principio de su conversión, y otros, al fin.
Pero otros son molestados casi por toda su vida.
Algunos son tentados blandamente, según la sabiduría y el juicio de la divina Providencia, que mide el estado y los méritos de los hombres, y todo lo tiene ordenado para la salvación de sus escogidos.
Por eso no debemos desconfiar cuando somos tentados, sino antes rogar a Dios con mayor fervor que sea servido de ayudarnos en toda tribulación; el cual, sin duda, según el dicho de San Pablo, nos dará el auxilio junto con la tentación para que la podamos resistir.
Humillemos, pues, nuestras almas bajo la mano de Dios en toda tribulación y tentación, porque El salvará y engrandecerá a los humildes de espíritu.
En las tentaciones y adversidades se ve cuánto uno ha aprovechado y en ellas consiste el mayor merecimiento y se conoce mejor la virtud.
Imitación de Cristo, libro I, cap.13)
Oraciones para los doce días preliminares
Día 10º
En despreciando el mundo, es dulce cosa servir a Dios
Otra vez hablaré, Señor, ahora, y no callaré. Diré en los oídos de mi Dios, mi Señor y mi Rey, que está en el cielo:
¡Oh Señor, cuán grande es la abundancia de tu dulzura, que escondiste para los que te temen! Pero, ¿qué eres para los que te aman, y qué para los que te sirven de todo corazón?
Verdaderamente es inefable la dulzura de tu contemplación, la cual das a los que te aman.
En esto me has mostrado singularmente tu dulce caridad, en que cuando yo no existía me creaste, y cuando erraba lejos de ti, me convertiste para que te sirviese, y me mandaste que te amase.
¡Oh fuente de amor perenne! ¿Qué diré de Ti?
¿Cómo podré olvidarme de Ti, que te dignaste acordarte de mí aun después que yo me perdí y perecí?
Usaste de misericordia con tu siervo sobre toda esperanza, y sobre todo merecimiento me diste tu gracia y amistad.
¿Qué te volveré yo por esta gracia? Porque no se concede a todos que, dejadas todas las cosas, renuncien al mundo y escojan vida retirada.
¿Por ventura es gran cosa que yo te sirva, cuando toda criatura está obligada a servirte?
No me debe parecer mucho servirte, sino más bien me parece grande y maravilloso que Tú te dignaste recibir por siervo a un tan pobre e indigno y unirle con tus amados siervos.
Tuyas son, pues, todas las cosas que tengo y con que te sirvo.
Pero, por el contrario, Tú me sirves más a mí que yo a Ti.
El cielo y la tierra que Tú creaste para el servicio del hombre, están prontos, y hacen cada día todo lo que les has mandado; y esto es poco, pues aun has destinado los ángeles para servicio del hombre.
Mas a todas estas cosas excede el que Tú mismo te dignaste servir al hombre, y le prometiste que te darías a Ti mismo.
¿Qué te daré yo por tantos millares de beneficios? ¡Oh! ¡Si pudiese solamente, siquiera un solo día hacerte algún digno servicio!
Verdaderamente Tú solo eres digno de todo servicio, de toda honra y de alabanza eterna.
Verdaderamente Tú solo eres mi Señor, y yo soy un pobre siervo tuyo, que estoy obligado a servirte con todas mis fuerzas, y nunca debo cansarme de alabarte.
Así lo quiero, así lo deseo; y lo que me falta, ruégote que Tú lo suplas.
Grande honra y gran gloria es servirte, y despreciar todas las cosas por Ti.
Por cierto, grande gracia tendrán los que de toda voluntad se sujetaren a Tu santísimo servicio.
Hallarán la suavísima consolación del Espíritu Santo los que por amor tuyo despreciaron todo deleite carnal.
(Imitación de Cristo, libro III, cap. 10)
Oraciones para los doce días preliminares
DIA 11º
De la fervorosa enmienda de nuestra vida
Se hallaba uno lleno de congoja luchando entre el temor y la esperanza; y un día cargado de tristeza entró en la iglesia y se postró delante del altar en oración, y meditando en su corazón varias cosas, dijo: ¡Oh! ¡Si supiese que había de perseverar! Y luego oyó en lo interior la divina respuesta: ¿Qué harías si eso supieses? Haz ahora lo que entonces quisieras hacer, y estarás seguro.
Y en aquel punto, consolado y confortado, se ofreció a la divina voluntad, y cesó su congojosa turbación.
Y no quiso escudriñar curiosamente para saber lo que le había de suceder, sino que anduvo con mucho cuidado de saber lo que fuese la voluntad de Dios, y a sus divinos ojos más agradable y perfecto, para comenzar y perfeccionar toda buena obra.
El Profeta dice: Espera en el Señor, y has bondad, y habita en la tierra, y serás apacentado en sus riquezas.
Detiene a muchos el fervor de su aprovechamiento, el espanto de la dificultad, o el trabajo de la pelea.
Ciertamente aprovechan más en las virtudes, aquellos que más varonilmente ponen todas sus fuerzas para vencer las que les son más graves y contrarias.
Porque allí aprovecha el hombre más y alcanza mayor gracia, adonde más se vence, a sí mismo y se mortifica el espíritu.
Pero no todos tienen igual ánimo para vencer y mortificarse.
No obstante, el diligente y celoso de su aprovechamiento, más fuerte será para la perfección, aunque tenga muchas pasiones, que el de buen natural, si pone poco cuidado en las virtudes.
(Imitación de Cristo, libro I, cap. 25)
Oraciones para los doce días preliminares
Día 12º
Mas si vieres alguna cosa digna de reprensión, guárdate de hacerla; y si alguna vez la hiciste, procura enmendarte luego.
Así como tú miras a los otros, así los otros te miran a ti.
¡Oh! ¡Cuán alegre y dulce cosa es ver los devotos y fervorosos hermanos, con santas costumbres y observante disciplina!
¡Cuán triste y penoso es verlos andar desordenados, y qué no hacen aquello a que son llamados por su vocación!
¡Oh! ¡Cuán dañoso es ser negligentes en el propósito de su llamamiento, y ocuparse en lo que no les mandan!
Acuérdate de la profesión que tomaste, y proponte por modelo al Crucificado.
Bien puedes avergonzarte mirando la vida de Jesucristo; porque aún no estudiaste a conformarte más con El, aunque ha muchos años que estás en el camino de Dios.
El religioso que se ejercita intensa y devotamente en la santísima vida y pasión del Señor, halla allí todo lo útil y necesario cumplidamente para sí; y no hay necesidad que busque cosa mejor fuera de Jesús.
¡Oh! ¡Si viniese a nuestro corazón Jesús crucificado, cuán presto y cumplidamente seríamos enseñados.
El hombre fervoroso y diligente, a todo está dispuesto.
Mayor trabajo es resistir a los vicios y pasiones, que sudar en los trabajos corporales.
El que no evita los defectos pequeños, poco a poco cae en los grandes.
Te alegrarás siempre a la noche, si gastares bien el día.
Vela sobre ti, despiértate a ti, amonéstate a ti, y sea de los otros lo que fuere, no descuides de ti.
Tanto aprovecharás cuanto más fuerza te hicieres.
Amén.
(Imitación de Cristo, libro I, cap. 25)
Oraciones para los doce días preliminares
Segunda Parte
Tema: CONOCIMIENTO DE SI MISMO
Tema: CONOCIMIENTO DE SI MISMO
Las oraciones, exámenes, reflexiones, actos de renuncia de nuestra
propia voluntad, de arrepentimiento por nuestros pecados, de desprecio propio,
realizado todo a los pies de María, ya que por Ella esperamos la luz para
conocernos a nosotros mismos. Junto a Ella, podremos medir el abismo de
nuestras miserias sin desesperar. Debemos emplear todas nuestras acciones
piadosas en pedir un conocimiento propio y el arrepentimiento de nuestros
pecados: y debemos hacer esto con espíritu de piedad. Durante este período,
consideraremos tanto la oposición que existe entre el espíritu de Jesús y el
nuestro, como el miserable y humillante estado en que nos han reducido los
pecados. Además, siendo la verdadera devoción una manera fácil, corta, segura y
perfecta para llegar a esa unión con Nuestro Señor, que es la perfección a la
imitación de Cristo. Entraremos decididamente por este camino, firmemente
convencidos de nuestra miseria e incapacidad. Pero, ¿cómo conseguir esto sin el
conocimiento de sí mismo?
ORACIONES QUE SE REZARAN
DESDE EL DÍA 13º AL 19º,
Señor, ten piedad (bis)
Cristo, ten piedad (bis)
Señor, ten piedad (bis)
Cristo, óyenos (bis)
Cristo, escúchanos (bis)
Dios Padre Celestial, Ten misericordia de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo Ten misericordia de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, Ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios, Ten misericordia de nosotros.
Espíritu que procede del Padre y del Hijo, Ilumínanos y santifícanos.
Espíritu del Señor, que al comienzo de la creación planeando sobre las aguas las fecundaste, Ilumínanos y santifícanos.
Cristo, ten piedad (bis)
Señor, ten piedad (bis)
Cristo, óyenos (bis)
Cristo, escúchanos (bis)
Dios Padre Celestial, Ten misericordia de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo Ten misericordia de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, Ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios, Ten misericordia de nosotros.
Espíritu que procede del Padre y del Hijo, Ilumínanos y santifícanos.
Espíritu del Señor, que al comienzo de la creación planeando sobre las aguas las fecundaste, Ilumínanos y santifícanos.
Espíritu por inspiración del cual han hablado los
profetas, Ilumínanos y santifícanos.
Espíritu cuya unción nos enseña todas las cosas. ”
Espíritu que das testimonio de Cristo. ”
Espíritu de verdad que nos instruyes sobre todas las cosa, Ilumínanos y santifícanos.
Espíritu que sobreviene a María. ”
Espíritu del Señor que llena todo el orbe. ”
Espíritu de Dios que habita en nosotros. ”
Espíritu de sabiduría y de entendimiento. ”
Espíritu de consejo y de fortaleza. ”
Espíritu de ciencia y de piedad. ”
Espíritu de temor del Señor. ”
Espíritu de gracia y de misericordia. ”
Espíritu de fuerza, de dilección (amor reflexivo) y de sobriedad. ”
Espíritu de fe, de esperanza, de amor y de paz. ”
Espíritu de humildad y de castidad. ”
Espíritu de benignidad y de mansedumbre. ”
Espíritu de multiforme gracia. ”
Espíritu que escrutas los secretos de Dios. ”
Espíritu que ruegas por nosotros con gemidos inenarrables. ”
Espíritu que descendiste sobre Cristo en forma de paloma. ”
Espíritu en el cual renacemos. ”
Espíritu por el cual se difunde la caridad en nuestros corazones. ”
Espíritu de adopción de los hijos de Dios.
Espíritu que en lenguas de fuego sobre los apóstoles apareciste. ”
Espíritu con el cual fueron los apóstoles henchidos. ”
Espíritu que distribuyes tus dones a cada uno como quieres. ”
Sednos propicio, perdónanos, Señor.
Sednos propicio, escúchanos, Señor.
De todo mal, líbranos, Señor
De todo pecado, ”
De tentaciones e insidias del demonio. ”
De la presunción y desesperación. ”
De la resistencia a la verdad conocida. ”
De la obstinación y de la impenitencia. ”
De la impureza de la mente y del cuerpo. ”
Del espíritu de fornicación. ”
De todo espíritu del mal. ”
Por Tu eterna procesión del Padre y del Hijo. Te rogamos óyenos.
Por Tu descenso sobre Cristo en el Jordán ”
Por Tu advenimiento sobre los discípulos. ”
En el día del juicio, nosotros pecadores. ”
Para que así como vivimos del Espíritu, obremos también por El. ”
Para que reacordando que somos templo del Espíritu Santo, no lo profanemos. Te rogamos óyenos.
Para que viviendo según el Espíritu, no cumplamos los deseos de la carne. ”
A fin de que por el Espíritu mortifiquemos las obras de la carne. ”
Para que no te contristemos a Ti, Espíritu Santo de Dios. ”
Para que seamos solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. ”
Para que no creamos a todo espíritu. ”
Para que probemos a los espíritus si son de Dios. ”
Para que te dignes renovar en nosotros el espíritu de rectitud. ”
Para que nos confirmes por tu Espíritu Soberano. ”
Cordero de Dios, que quitas el pecado del Mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del Mundo, escúchanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del Mundo, ten piedad de nosotros.
Espíritu cuya unción nos enseña todas las cosas. ”
Espíritu que das testimonio de Cristo. ”
Espíritu de verdad que nos instruyes sobre todas las cosa, Ilumínanos y santifícanos.
Espíritu que sobreviene a María. ”
Espíritu del Señor que llena todo el orbe. ”
Espíritu de Dios que habita en nosotros. ”
Espíritu de sabiduría y de entendimiento. ”
Espíritu de consejo y de fortaleza. ”
Espíritu de ciencia y de piedad. ”
Espíritu de temor del Señor. ”
Espíritu de gracia y de misericordia. ”
Espíritu de fuerza, de dilección (amor reflexivo) y de sobriedad. ”
Espíritu de fe, de esperanza, de amor y de paz. ”
Espíritu de humildad y de castidad. ”
Espíritu de benignidad y de mansedumbre. ”
Espíritu de multiforme gracia. ”
Espíritu que escrutas los secretos de Dios. ”
Espíritu que ruegas por nosotros con gemidos inenarrables. ”
Espíritu que descendiste sobre Cristo en forma de paloma. ”
Espíritu en el cual renacemos. ”
Espíritu por el cual se difunde la caridad en nuestros corazones. ”
Espíritu de adopción de los hijos de Dios.
Espíritu que en lenguas de fuego sobre los apóstoles apareciste. ”
Espíritu con el cual fueron los apóstoles henchidos. ”
Espíritu que distribuyes tus dones a cada uno como quieres. ”
Sednos propicio, perdónanos, Señor.
Sednos propicio, escúchanos, Señor.
De todo mal, líbranos, Señor
De todo pecado, ”
De tentaciones e insidias del demonio. ”
De la presunción y desesperación. ”
De la resistencia a la verdad conocida. ”
De la obstinación y de la impenitencia. ”
De la impureza de la mente y del cuerpo. ”
Del espíritu de fornicación. ”
De todo espíritu del mal. ”
Por Tu eterna procesión del Padre y del Hijo. Te rogamos óyenos.
Por Tu descenso sobre Cristo en el Jordán ”
Por Tu advenimiento sobre los discípulos. ”
En el día del juicio, nosotros pecadores. ”
Para que así como vivimos del Espíritu, obremos también por El. ”
Para que reacordando que somos templo del Espíritu Santo, no lo profanemos. Te rogamos óyenos.
Para que viviendo según el Espíritu, no cumplamos los deseos de la carne. ”
A fin de que por el Espíritu mortifiquemos las obras de la carne. ”
Para que no te contristemos a Ti, Espíritu Santo de Dios. ”
Para que seamos solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. ”
Para que no creamos a todo espíritu. ”
Para que probemos a los espíritus si son de Dios. ”
Para que te dignes renovar en nosotros el espíritu de rectitud. ”
Para que nos confirmes por tu Espíritu Soberano. ”
Cordero de Dios, que quitas el pecado del Mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del Mundo, escúchanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del Mundo, ten piedad de nosotros.
Asístanos, te pedimos Señor, la virtud del Espíritu
Santo, que purifique clemente nuestros corazones y nos preserve de todo mal. Te
lo pedimos por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amen.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
Dios Padre Celestial. Ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo Redentor del Mundo Ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo. Ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa un solo Dios. Ten misericordia de nosotros.
Santa María Ruega por nosotros (se dice en cada advocación)
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre inviolada,
Madre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración.
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Esclava del Señor,
Espejo de justicia,
Trono de sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso honorable,
Vaso insigne de devoción,
Rosa mística,
Torre de David.
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la alianza,
Puerta del cielo.
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los ángeles,
Reina de los patriarcas,
Reina de los profetas,
Reina de los apóstoles,
Reina de los mártires,
Reina de los confesores,
Reina de las vírgenes,
Reina de todos los santos,
Reina concebida sin mancha original,
Reina asunta a los cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz,
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que nos hagamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
Dios Padre Celestial. Ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo Redentor del Mundo Ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo. Ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa un solo Dios. Ten misericordia de nosotros.
Santa María Ruega por nosotros (se dice en cada advocación)
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre inviolada,
Madre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración.
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Esclava del Señor,
Espejo de justicia,
Trono de sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso honorable,
Vaso insigne de devoción,
Rosa mística,
Torre de David.
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la alianza,
Puerta del cielo.
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los ángeles,
Reina de los patriarcas,
Reina de los profetas,
Reina de los apóstoles,
Reina de los mártires,
Reina de los confesores,
Reina de las vírgenes,
Reina de todos los santos,
Reina concebida sin mancha original,
Reina asunta a los cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz,
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que nos hagamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos
siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión gloriosa de Santa
María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las
alegrías del cielo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Salve, estrella del mar, Madre, que diste a luz a Dios,
Quedando perpetuamente Virgen, feliz puerta del cielo,
Pues recibiste aquel Ave, de labios de Gabriel,
ciméntanos en la paz, trocando el nombre a Eva.
Suelta las prisiones a los reos, da lumbre a los ciegos,
ahuyenta nuestros males, recábanos todos los bienes,
Muestra que eres Madre, reciba por tu mediación nuestras plegarias,
el que nacido por nosotros, se dignó ser tuyo.
Virgen singular, sobre todos suave,
Haz que libres de culpas, seamos suaves y castos.
Quedando perpetuamente Virgen, feliz puerta del cielo,
Pues recibiste aquel Ave, de labios de Gabriel,
ciméntanos en la paz, trocando el nombre a Eva.
Suelta las prisiones a los reos, da lumbre a los ciegos,
ahuyenta nuestros males, recábanos todos los bienes,
Muestra que eres Madre, reciba por tu mediación nuestras plegarias,
el que nacido por nosotros, se dignó ser tuyo.
Virgen singular, sobre todos suave,
Haz que libres de culpas, seamos suaves y castos.
Danos una vida pura, prepara una senda segura,
Para que, viendo a Jesús, eternamente nos gocemos.
Gloria sea a Dios Padre, loor a Cristo altísimo
y al Espíritu Santo: a los tres un solo honor. Amén.
Para que, viendo a Jesús, eternamente nos gocemos.
Gloria sea a Dios Padre, loor a Cristo altísimo
y al Espíritu Santo: a los tres un solo honor. Amén.
Día 13º
Leer: San Lucas, capítulo 11, versículos 1-10
1 Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y
cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, así
como Juan enseñó a sus discípulos».
2 El les dijo entonces: «Cuando oren, digan: Padre,
santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino,
3 danos cada día nuestro pan cotidiano;
4 perdona nuestros pecados, porque también nosotros
perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación».
5 Jesús agregó: «Supongamos que algunos de ustedes
tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: "Amigo, préstame
tres panes,
6 porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo
nada que ofrecerle",
7 y desde adentro él le responde: "No me
fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No
puedo levantarme para dártelos".
8 Yo les aseguro que aunque él no se levante para
dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le
dará todo lo necesario.
9 También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y
encontrarán, llamen y se les abrirá.
10 Porque el que pide, recibe; el que busca,
encuentra; y al que llama, se le abre.
Día 14º
De la obediencia del súbdito humilde a ejemplo de Jesucristo
De la obediencia del súbdito humilde a ejemplo de Jesucristo
Hijo, el que procura sustraerse de la obediencia, él
mismo se aparta de la gracia; y el que quiere tener cosas propias, pierde las
comunes. El que no se sujeta de buena gana a su superior, señal es que su carne
aún no le obedece perfectamente, sino que muchas veces se resiste y murmura.
Aprende, pues, a sujetarte prontamente a tu superior, si
deseas tener tu carne sujeta. Porque tanto más presto se vence el enemigo
exterior, cuanto no estuviere debilitado el hombre interior.
No hay enemigo peor ni más dañoso para el alma que tú
mismo, si no estás bien avenido con el espíritu. Necesario es que tengas
verdadero desprecio de ti mismo, si quieres vencer la carne y la sangre.
Porque aún te amas muy desordenadamente, por eso temes
sujetarte del todo a la voluntad de otros. Pero ¿qué mucho es que tú, polvo y
nada, te sujetes al hombre por Dios, cuando Yo, Omnipotente y Altísimo, que
crié todas las cosas de la nada, me sujeté al hombre humildemente por ti?
Me hice el más humilde y abatido de todos, para que vencieses
tu soberbia con mi humildad. Aprende, polvo, a obedecer; aprende, tierra y
lodo, a humillarte y postrarte a los pies de todos. Aprende a quebrantar tus
inclinaciones, y rendirte a toda sujeción.
(Tomado del Libro: Imitación de Cristo Libro III, cap. 13)
Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
(Tomado del Libro: Imitación de Cristo Libro III, cap. 13)
Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Día 15º
Leer San Lucas, capítulo 13, versículos 1-5.
Leer San Lucas, capítulo 13, versículos 1-5.
1 En ese momento se presentaron unas personas que
comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con
la de las víctimas de sus sacrificios.
2 El respondió: «¿Creen ustedes que esos galileos
sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás?
3 Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten,
todos acabarán de la misma manera.
4 ¿O creen que las dieciocho personas que murieron
cuando se desplomó la torre de Siloé, eran más culpables que los demás
habitantes de Jerusalén?
5 Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten,
todos acabarán de la misma manera».
Necesitamos a María para morir a nosotros mismos.
Para vaciarnos de nosotros mismos es menester morir a
nosotros mismos todos los días; es decir, es menester renunciar a las
operaciones de las facultades de nuestra alma y de los sentimientos de nuestro
cuerpo; es menester ver como si no se viese, oír como si no se oyese, servirse
de las cosas de este mundo como si no se sirviese uno de ellas, lo cual llama
San Pablo morir todos los días: Quotidie morior (1 Cor. 15,31). Si al
caer el grano de trigo en la tierra no muere, permanece solo y no produce fruto
bueno (Jn. 12,24). Si no morimos a nosotros mismos y si nuestras devociones más
santas no nos conducen a esta muerte necesaria y fecunda, no produciremos fruto
alguno, y serán inútiles nuestras devociones; todos nuestros actos de justicia
estarán mancillados por el amor propio y la propia voluntad, lo que hará que
Dios tenga por abominación los mayores sacrificios y las mejores acciones que
podamos ejecutar, y a nuestra muerte nos hallaremos con las manos vacías de
virtudes y de méritos, y no tendremos una centella del amor puro que sólo se
comunica a las almas muertas a sí mismas, cuya vida se esconde con Jesucristo
en Dios.
Es menester escoger entre todas las devociones a la
Santísima Virgen, la que más nos lleve a esta muerte propia, como que es la
mejor y más santificante, porque ni es oro todo lo que reluce, ni miel todo lo
dulce, ni lo más factible y practicado por la mayoría es lo más perfecto.
Como en el orden de la naturaleza hay operaciones que se
hacen a poca costa y con facilidad, asimismo en el de la gracia hay secretos
que se ejecutan en poco tiempo, con dulzura y facilidad, operaciones
sobrenaturales y divinas que consisten en vaciarse de sí mismo y llenarse de
Dios, y lograr así la perfección.
(Tomado del Libro Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen por San Luis María Grignion de Montfort. núms. 81 y 82)
Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
(Tomado del Libro Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen por San Luis María Grignion de Montfort. núms. 81 y 82)
Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Día 16º
Durante la primera semana dedicarán todas sus oraciones y actos de piedad a pedir el conocimiento de sí mismos y la contrición de sus pecados, y todo lo harán con espíritu de humildad. Podrán meditar lo que he dicho sobre nuestro mal fondo y no se considerarán en los seis días de esta semana, más que como caracoles, babosas, sapos, cerdos, serpientes, animales inmundos; o bien meditarán estas tres palabras de San Bernardo: Piensa lo que fuiste, semen pútrido; lo que eres, vaso de estiércol; lo que serás, cebo de gusanos. Rogarán a Nuestro Señor y al Espíritu Santo que les ilumine por estas palabras: Señor, que yo vea; Señor, que me conozca; Ven Espíritu Santo, y recitarán todos los días el Ave, Maris Stella, y las letanías de la Santísima Virgen o del Espíritu Santo.
Durante la primera semana dedicarán todas sus oraciones y actos de piedad a pedir el conocimiento de sí mismos y la contrición de sus pecados, y todo lo harán con espíritu de humildad. Podrán meditar lo que he dicho sobre nuestro mal fondo y no se considerarán en los seis días de esta semana, más que como caracoles, babosas, sapos, cerdos, serpientes, animales inmundos; o bien meditarán estas tres palabras de San Bernardo: Piensa lo que fuiste, semen pútrido; lo que eres, vaso de estiércol; lo que serás, cebo de gusanos. Rogarán a Nuestro Señor y al Espíritu Santo que les ilumine por estas palabras: Señor, que yo vea; Señor, que me conozca; Ven Espíritu Santo, y recitarán todos los días el Ave, Maris Stella, y las letanías de la Santísima Virgen o del Espíritu Santo.
Recurrirán a la Santísima Virgen, pidiéndole esta gracia,
que debe ser el fundamento de las otras, y para ello dirán todos los días el Ave,
Maris Stella y las letanías.
(Tomado del Libro: Tratado de la Verdadera Devoción…., núm. 228)
(Tomado del Libro: Tratado de la Verdadera Devoción…., núm. 228)
De la consideración de sí mismo
No debemos confiar de nosotros grandes cosas, porque muchas veces nos falta la gracia y la discreción. Poca luz hay en nosotros, y presto la perdemos por nuestra negligencia. Y muchas veces no sentimos cuán ciegos estamos en el alma. Muchas veces también obramos mal, y lo excusamos peor. A veces nos mueve la pasión, y pensamos que es celo.
No debemos confiar de nosotros grandes cosas, porque muchas veces nos falta la gracia y la discreción. Poca luz hay en nosotros, y presto la perdemos por nuestra negligencia. Y muchas veces no sentimos cuán ciegos estamos en el alma. Muchas veces también obramos mal, y lo excusamos peor. A veces nos mueve la pasión, y pensamos que es celo.
Reprendemos en los otros las cosas pequeñas, y tragamos
las graves si son nuestras. Muy presto sentimos y agravamos lo que de otros
sufrimos, mas no miramos cuánto enojamos a los otros. El que bien y rectamente
examinare sus obras, no tendrá que juzgar gravemente las ajenas.
(Tomado del Libro Imitación de Cristo, libro II, cap. 5)
Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
(Tomado del Libro Imitación de Cristo, libro II, cap. 5)
Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Día 17º
Del juicio y penas de los pecadores
Del juicio y penas de los pecadores
Mira el fin en todas las cosas, y de qué suerte estarás
delante de aquel juez justísimo, al cual no hay cosa encubierta, ni se amansa
con dádivas, ni admite excusas, sino que juzgará justísimamente.
¡Oh ignorante, y miserable pecador! ¿Qué responderás a
Dios, que sabe todas tus maldades, tú que temes a veces el rostro de un hombre
airado?
¿Por qué no te previenes para el día del juicio cuando no
habrá quien defienda ni ruegue por otro, sino que cada uno tendrá bastante que
hacer por sí?
(Tomado del Libro: Imitación de Cristo, libro I, cap. 24)
(Tomado del Libro: Imitación de Cristo, libro I, cap. 24)
Leer: San Lucas, Capítulo 16, versículos 1-8.
1 Decía también a los discípulos: «Había
un hombre rico que tenía un administrador, al cual acusaron de malgastar sus
bienes.
2 Lo llamó y le dijo: "¿Qué es lo que
me han contado de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no ocuparás
más ese puesto".
3 El administrador pensó entonces:
"¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el cargo? ¿Cavar? No tengo
fuerzas. ¿Pedir limosna? Me da vergüenza.
4 ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, al
dejar el puesto, haya quienes me reciban en su casa!".
5 Llamó uno por uno a los deudores de su
señor y preguntó al primero: "¿Cuánto debes a mi señor?".
6 "Veinte barriles de aceite", le
respondió. El administrador le dijo: "Toma tu recibo, siéntate en seguida,
y anota diez".
7 Después preguntó a otro: "Y tú,
¿cuánto debes?". "Cuatrocientos quintales de trigo", le
respondió. El administrador le dijo: "Toma tu recibo y anota
trescientos".
8 Y el señor alabó a este administrador
deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de este mundo son
más astutos en sus trato con lo demás que los hijos de la luz.
Día 18º
Leer: San Lucas, Capítulo 17, versículos 1-10.
Leer: San Lucas, Capítulo 17, versículos 1-10.
1 Después dijo a sus discípulos: «Es inevitable que
haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona!
2 Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de
moler y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños.
3 Por lo tanto, ¡tengan cuidado! Si tu hermano peca,
repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo.
4 Y si peca siete veces al día contra ti, y otras
tantas vuelve a ti, diciendo: «Me arrepiento», perdónalo».
5 Los Apóstoles dijeron al Señor: «Auméntanos la fe».
6 El respondió: «Si ustedes tuvieran fe del tamaño de
un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: "Arráncate de
raíz y plántate en el mar", ella les obedecería.
7 Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para
arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá:
"Ven pronto y siéntate a la mesa"?
8 ¿No le dirá más bien: "Prepárame la cena y
recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú
comerás y beberás después"?
9 ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque
hizo lo que se le mandó?
10 Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que
se les mande, digan: "Somos simples servidores, no hemos hecho más que
cumplir con nuestro deber"».
Todas las cosas pesadas se
deben padecer por la vida eterna.
Hijo, no te quebranten los trabajos que has tomado por
Mí, ni te abatan del todo las tribulaciones; mas mi promesa te esfuerce y
consuele en todo lo que viniere.
Yo basto para galardonarte sobre toda manera y medida. No
trabajarás aquí mucho tiempo, ni serás agravado siempre de dolores. Espera un
poquito y verás cuán presto se pasan los males. Vendrá una hora cuando cesará
todo trabajo e inquietud. Poco y breve es todo lo que pasa con el tiempo.
(Tomado del Libro: Imitación de Cristo, libro III, cap.
47)
Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Día 19º
Leer: San Lucas, Capítulo 18, 15-30
Leer: San Lucas, Capítulo 18, 15-30
15 También le presentaban a los niños pequeños, para
que los tocara; pero, al ver esto, los discípulos los reprendían.
16 Entonces Jesús los hizo llamar y dijo: «Dejen que
los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios
pertenece a los que son como ellos.
17 Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios
como un niño, no entrará en él».
18 Un hombre importante le preguntó: «Maestro bueno,
¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?».
19 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios
es bueno.
20 Tú conoces los mandamientos: No cometerás
adulterio, no matarás, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre
y a tu madre».
21 El hombre le respondió: «Todo esto lo he cumplido
desde mi juventud».
22 Al oírlo, Jesús le dijo: «Una cosa te falta
todavía: vende todo lo que tienes y distribúyelo entre los pobres, y tendrás un
tesoro en el cielo. Después ven y sígueme».
23 Al oír estas palabras, el hombre se entristeció,
porque era muy rico.
24 Viéndolo así, Jesús dijo: «¡Qué difícil será para los
ricos entrar en le Reino de Dios!
25 Sí, es más fácil que un camello pase por el ojo de
una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios».
26 Los que escuchaban dijeron: «Pero entonces, ¿quién
podrá salvarse?».
27 Jesús respondió: «Lo que es imposible para los
hombres, es posible para Dios».
28 Pedro le dijo: «Nosotros hemos dejado todo lo que
teníamos y te hemos seguido».
29 Jesús respondió: «Les aseguro que el que haya
dejado casa, mujer, hermanos, padres o hijos, por el Reino de Dios,
30 recibirá mucho más en ese mundo; y en el mundo
futuro, recibirá la Vida eterna».
Tercera Parte
Tema: CONOCIMIENTO DE MARÍA
Tema: CONOCIMIENTO DE MARÍA
Los actos de amor, afectos piadosos
hacia la Santísima Virgen, imitación de sus virtudes, especialmente su humildad
profunda, su fe viva, su obediencia ciega, su continua oración mental, su
mortificación en todas las cosas, su pureza incomparable, su caridad ardiente,
su paciencia heroica, su dulzura angelical y su sabiduría divina:
<> como dice san Luis María Grignion de Montfort,
<>.
Tenemos que unirnos a Jesús por María, ésta es la
característica de nuestra devoción; por tanto, San Luis María Grignion de
Montfort nos pide que nos empleemos a fondo para adquirir un conocimiento de la
Santísima Virgen. María es nuestra soberana y nuestra medianera, nuestra Madre
y nuestra Señora. Esforcémonos, pues, en conocer los efectos de esta realeza,
de esta mediación, y de esta maternidad, así como las grandezas y prerrogativas
que son los fundamentos o consecuencias de ello. Nuestra Santísima Madre
también es perfecta –un molde en donde podemos ser moldeados para poder hacer
nuestras sus intenciones y disposiciones. Esto no lo conseguiremos sin estudiar
la vida interior de María, o sea, sus virtudes, sus sentimientos, sus acciones,
su participación en los misterios de Jesucristo y su unión con El.
ORACIONES QUE SE REZARÁN DESDE EL DÍA 20º AL 26º, INCLUSIVE
¡Salve, María , amadísima Hija del Eterno Padre; salve
María, madre admirable del Hijo; salve, María, fidelísima Esposa del Espíritu
Santo; salve, María, mi amada Madre, mi amable Maestra, mi poderosa Soberana;
salve, gozo mío, gloria mía, mi corazón y mi alma! Sois toda mía por
misericordia, y yo soy todo vuestro por justicia, pero todavía no o soy
bastante. De nuevo me entrego a Ti todo entero en calidad de eterno esclavo,
sin reservar nada, ni para mí, ni para otros.
Si algo ves en mí que todavía no sea tuyo, tómalo
enseguida, te lo suplico, y hazte dueña absoluta de todos mis haberes para
destruir y desarraigar y aniquilar en mí todo lo que desagrada a Dios y plantar
y levantar y producir todo lo que os guste.
La luz de tu fe disipe las tinieblas de mi espíritu;
tu humildad profunda ocupe el lugar de mi orgullo; tu contemplación sublime
detenga las distracciones de mi fantasía vagabunda; tu continua vista de Dios
llene de su presencia mi memoria, el incendio de caridad de tu corazón abrase
la tibieza y frialdad del mío; cedan el sitio a tus virtudes mis pecados; tus
méritos sean delante de Dios mi adorno y suplemento. En fin, queridísima y
amadísima Madre, haz, si es posible, que no tenga yo más espíritu que el tuyo
para conocer a Jesucristo y entender sus divinas voluntades; que no tenga más
alma que la tuya para alabar y glorificar al Señor; que no tenga más corazón
que el tupo para amar a Dios con amor puro y con amor ardiente como Tú.
No pido visiones, ni revelaciones, ni gustos, ni
contentos, ni aun espirituales. Para Ti
el ver claro, sin tinieblas; para Ti el gustar por
entero sin amargura; para Ti el triunfar gloriosa a la diestra de tu Hijo, sin
humillación; para Ti el mandar a los ángeles, hombres y demonios, con poder
absoluto, sin resistencia, y el disponer en fin, sin reserva alguna de todos
los bienes de Dios. Esta es, divina María, la mejor parte que se te ha
concedido, y que jamás se te quitará, que es para mi grandísimo gozo. Para mí y
mientras viva no quiero otro sino el experimentar el que Tú tuviste: creer a
secas, sin nada ver y gustar; sufrir con alegría, sin consuelo de las
criaturas; morir a mí mismo, continuamente y sin descanso; trabajar mucho hasta
la muerte por Ti, sin interés, como el más vil de los esclavos. La sola gracia,
que por pura misericordia te pido, es que en todos los días y en todos los
momentos de mi vida diga tres amenes: amén (así sea) a todo lo que hiciste en
la tierra cuando vivías; amén a todo lo que haces al presente en el cielo; amén
a todo lo que obras en mi alma, para que en ella no haya nada más que Tú, para
glorificar plenamente a Jesús en mí, ahora y en la eternidad. Amén.
Rezar el Santo Rosario
Día 20º
Leer: San Lucas, capítulo 2, versículos 16-21; y versículos 42-52
Leer: San Lucas, capítulo 2, versículos 16-21; y versículos 42-52
16 Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y
al recién nacido acostado en el pesebre.
17 Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre
este niño,
18 y todos los que los escuchaban quedaron admirados
de que decían los pastores.
19 Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las
meditaba en su corazón.
20 Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a
Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían
recibido.
21 Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar
al niño y se el puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el
Angel antes de su concepción.
42 Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de
costumbre,
43 y acababa la fiesta, María y José regresaron, pero
Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta.
44 Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo
un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos.
45 Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en
busca de él.
46 Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de
los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
47 Y todos los que los oían estaban asombrados de su
inteligencia y sus respuestas.
48 Al ver, sus padres quedaron maravillados y su madre
le dijo: «Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te
buscábamos angustiados».
49 Jesús les respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No
sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?».
50 Ellos no entendieron lo que les decía.
51 El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto
a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón.
52 Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en
gracia, delante de Dios y de los hombres.
Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Oración a Nuestra Señora de San Luis Grignion de Montfort
Santo Rosario
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Oración a Nuestra Señora de San Luis Grignion de Montfort
Santo Rosario
Día 21º
La verdadera devoción a la Virgen
La verdadera devoción a la Virgen
Para subir y unirse a Él, preciso es valerse del mismo
medio de que Él se valió para descender a nosotros, para hacerse hombre y para
comunicarnos sus gracias; y ese medio es una verdadera devoción a la Santísima
Virgen.
Hay muchas devociones a la Virgen Santísima y
verdaderas que no hablo aquí de las falsas.
Consiste la primera en cumplir con los deberes de
cristiano, evitando el pecado mortal, obrando más por amor que por temor,
rogando de tiempo en tiempo a la Santísima Virgen y honrándola como Madre de
Dios, sin ninguna otra especial devoción para con ella.
La segunda tiene para la Virgen más altos sentimientos de
estima, amor, veneración y confianza; induce a entrar en las cofradías del
santo Rosario y del Escapulario, a rezar la corona o el santo Rosario, a honrar
las imágenes y altares de María, a publicar sus alabanzas, a alistarse en sus
congregaciones. Y esta devoción (con tal que nos abstengamos de pecar) buena
es, santa y laudable; pero no tan a propósito como la que sigue para apartar a
las almas de las criaturas y desprenderlas de sí mismas a fin de unirlas a
Jesucristo.
La tercera devoción a la Santísima Virgen, de muy pocas
personas conocida y practicada; es almas predestinadas, la que os voy a
descubrir.
Consiste en darse todo entero, como esclavo, a María y a
Jesús por Ella; y en hacer todas las cosas con María, en María, por María y
para María.
Hay que escoger un día señalado para entregarse,
consagrarse y sacrificarse; y esto ha de ser voluntariamente y por amor, sin
encogimiento, por entero y sin reserva alguna; cuerpo y alma, bienes exteriores
y fortuna, como casa, familia, rentas; bienes interiores del alma, a saber: sus
méritos, gracias, virtudes y satisfacciones.
(Tomado del Libro El Secreto de María por San Luis María Grignion de Montfort. núms.23 y 24)
(Tomado del Libro El Secreto de María por San Luis María Grignion de Montfort. núms.23 y 24)
Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Oración a Nuestra Señora de San Luis Grignion de Montfort
Santo Rosario
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Oración a Nuestra Señora de San Luis Grignion de Montfort
Santo Rosario
Día 22º
Sus caracteres
Sus caracteres
Interior: La verdadera devoción a
Nuestra Señora es interior: es decir, debe partir del espíritu y del corazón;
nace dicha devoción de la estima que se hace de la Virgen, de la alta idea que
uno se ha formado de sus grandezas y del amor que se la tiene.
Tierna: Es tierna, es decir, llena de
confianza en la Santísima Virgen, como la de un niño para con su buena madre.
Esta devoción es la que hace que un alma recurra a Ella en todas sus
necesidades de cuerpo y espíritu con mucha sencillez, confianza y ternura.
Santa: Esta devoción a nuestra
Señora es santa: es decir, que conduce a un alma a evitar el pecado y a imitar
las virtudes de la Santísima Virgen, en particular la humildad profunda, la fe
viva, la ciega obediencia, la continua oración, su universal mortificación, la
pureza incomparable, la caridad ardiente, la heroica paciencia, la dulzura
angelical y la divina sabiduría. Tales son las diez principales virtudes de la
Santísima Virgen.
Constante: Es constante, es decir, afirma
a un alma en el bien y la lleva a no abandonar fácilmente las prácticas de
devoción; la hace animosa para oponerse al mundo, y a sus costumbres y sus
máximas, a la carne con sus apetitos y sus pasiones, y al demonio en sus
tentaciones; de modo que una persona verdaderamente devota de la Santísima
Virgen no es mudable, melancólica, escrupulosa ni medrosa.
Desinteresada: La verdadera devoción a la
Santísima Virgen es desinteresada; es decir, inspira a un alma que no se busque
a sí misma; sino sólo a Dios en su Santísima Madre. Un verdadero devoto de
María no ama a esta augusta Reina por espíritu de lucro y de interés, ni por su
bien temporal ni espiritual, sino únicamente porque merece ser servida, y Dios
sólo en Ella.
(Tomado del Libro Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen por San Luis María Grignion de Montfort. Núms.105-110)
(Tomado del Libro Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen por San Luis María Grignion de Montfort. Núms.105-110)
Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Oración a Nuestra Señora de San Luis Grignion de Montfort
Santo Rosario
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Oración a Nuestra Señora de San Luis Grignion de Montfort
Santo Rosario
Día 23º
En qué consiste la perfecta consagración a Jesús por María.
En qué consiste la perfecta consagración a Jesús por María.
Toda vez que nuestra perfección consiste en estar
conformes, unidos y consagrados a Jesucristo, la más perfecta de todas las
devociones es, sin duda alguna, la que nos conforma, une y consagra más
perfectamente a este acabado modelo de toda santidad; y pues que María es entre
todas las criaturas la más conforme a Jesucristo, es consiguiente que entre
todas las devociones, la que consagra y conforma más un alma a Nuestro Señor,
es la devoción a la Santísima Virgen, su Santa Madre, y cuanto más se consagre
un alma a María, más se unirá con Jesucristo, y, he aquí por qué la perfecta
consagración a Jesucristo no es otra cosa que una perfecta y entera
consagración de sí mismo a la Santísima Virgen, y ésta es la devoción que yo
enseño; o con otras palabras, una perfecta renovación de los votos y promesas
del santo Bautismo.
Consiste, pues, esta devoción en entregarse enteramente a
la Santísima Virgen para ser todo de Jesucristo por medio de María. Es menester
entregarle: primero, nuestro cuerpo con todos sus sentidos y sus miembros;
segundo, nuestra alma con todas sus potencias; tercero, nuestros bienes
exteriores, o sea nuestra fortuna presente y futura; cuarto, nuestros bienes
interiores y espirituales, o sea nuestros méritos, nuestras virtudes y nuestras
buenas obras pasadas, presentes y futuras; en una palabra: todo lo que tenemos
en el orden de la naturaleza y en el orden de la gracia, y todo lo que
lleguemos a tener en lo porvenir en el orden de la naturaleza, de la gracia y
de la gloria, y esto sin reserva ninguna, ni de un céntimo, ni de un cabello,
ni de la menor buena obra, y además por toda la eternidad, y sin pretender ni
esperar ninguna otra recompensa de nuestra ofrenda y de nuestros servicios, que
la honra de pertenecer a Jesucristo por María y en María, aun cuando esta
amable Señora no fuere, como lo es siempre, la más liberal y reconocida de las
criaturas.
(Tomado del Libro Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen por San Luis María Grignion de Montfort. Núms.120-121)
(Tomado del Libro Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen por San Luis María Grignion de Montfort. Núms.120-121)
Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Oración a Nuestra Señora de San Luis Grignion de Montfort
Santo Rosario
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Oración a Nuestra Señora de San Luis Grignion de Montfort
Santo Rosario
Día 24º
Esta devoción es un camino fácil, corto, perfecto y
seguro para llegar a la unión con Dios que es la perfección cristiana.
Es un camino fácil: Es un camino que Jesús ha recorrido viniendo a
nosotros, y en que no se encuentra ningún tropiezo para llegar a El. Es verdad
que es posible llegar a la unión con Dios por otros caminos, pero será pasando
por muchas más cruces y extraños desfallecimientos, y al través de muchas más
dificultades, penosísimas de vencer.
Es un camino corto: Esta devoción a la Santísima Virgen es un camino corto
para hallar a Jesucristo, ya sea porque en él no hay extravíos, ya sea porque,
como acabo de decir, por él se camina con más gozo y facilidad y, por tanto,
con más prontitud. Se avanza más en poco tiempo de sumisión y de dependencia de
María, que en años enteros de propia voluntad y de apoyo sobre sí mismo.
Es un camino perfecto: Esta devoción a la Santísima
Virgen es un camino perfecto para ir a unirse a Jesucristo, toda vez que la
divina María es la más perfecta y la más santa de las puras criaturas, y que
Jesucristo que vino perfectamente a nosotros, no tomó otro camino para su
grande y admirable viaje.
El Altísimo, el Incomprensible, el Inaccesible, El que
es, ha querido venir a nosotros, pequeños gusanos de la tierra que nada somos.
¿Cómo se ha obrado esto? El Altísimo ha descendido perfecta y divinamente por
María hasta nosotros sin perder nada de su divinidad y de su santidad, y por
María deben los más pequeños subir perfecta y divinamente al Altísimo sin temor
alguno.
Es un camino seguro: Esta devoción a la Santísima
Virgen es un camino seguro para ir a Jesucristo y adquirir la perfección
uniéndose a El. Porque esta práctica que enseño, no es nueva; es tan antigua,
que no se pueden marcar sus principios. Y no se la podría condenar sin
trastornar los fundamentos del cristianismo. Consta, pues, en conclusión, que
esta devoción no es nueva, y que si bien no es común, cosiste esto en que es
demasiado preciosa para ser saboreada y practicada por todo el mundo. Esta
devoción es un medio seguro para ir a Nuestro Señor, porque es propio de la
Santísima Virgen el conducirnos seguramente a Jesucristo, como lo es de
Jesucristo llevarnos seguramente al Padre Eterno.
(Tomado del Libro Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen por San Luis María Grignion de Montfort. Núms.152-164)
(Tomado del Libro Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen por San Luis María Grignion de Montfort. Núms.152-164)
Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Oración a Nuestra Señora de San Luis Grignion de Montfort
Santo Rosario
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Oración a Nuestra Señora de San Luis Grignion de Montfort
Santo Rosario
Día 25º
Efectos maravillosos de esta devoción
Efectos maravillosos de esta devoción
Persuadíos de que si sois fieles a las prácticas
interiores y exteriores de esta devoción, que os voy a marcar a continuación,
tendrán lugar los efectos siguientes:
Efecto 1º. El Espíritu Santo os dará por
María, su amada Esposa, luz para conocer lo malo de vuestro fondo, vuestra
corrupción y vuestra incapacidad para todo bien, si Dios no es su principio,
como autor de la naturaleza y de la gracia, y por consecuencia de este
conocimiento os despreciaréis y no pensaréis en vos sino con horror. Os
consideraréis como un reptil que lo mancha todo con su baba, o como un áspid
que lo inficiona todo con su veneno, o como una maliciosa serpiente que sólo
procura engañar. En fin, la humilde María os hará partícipe de su profunda
humildad, la que os hará, despreciándoos, que no despreciéis a nadie y deseéis
que os menosprecien.
Efecto 2º. La Santísima Virgen os dará
parte de su fe, que fue sobre la tierra más grande que la fe de todos los
Patriarcas, de los Profetas, de los Apóstoles y de todos los Santos.
Efecto 3º. Esta Madre del Amor Hermoso
quitará de vuestro corazón todo escrúpulo, todo temor servil y desarreglado.
Efecto 4º. La Santísima Virgen os llenará
de una gran confianza en Dios y en Ella misma porque ya no os acercaréis a
Jesucristo por vosotros mismos, sino por medio de esta buena Madre.
Efecto 5º. El alma de la Santísima Virgen
se os comunicará para glorificar al Señor. Su espíritu entrará en el lugar del
vuestro, para regocijarse en Dios, su Salvador, siempre que seáis fieles a las
prácticas de esta devoción.
Efecto 6º. Si cultivamos bien a María,
que es el árbol de la vida en nuestra alma, siguiendo con fidelidad la práctica
de esta devoción, Ella dará su fruto en su tiempo, y este fruto suyo es
Jesucristo.
Efecto 7º. Por medio de esta práctica,
fidelísimamente observada, daréis a Jesucristo más gloria en un mes, que de
ninguna otra manera, por más difícil que sea, en muchísimos años.
(Tomado del Libro Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen por San Luis María Grignion de Montfort. Núms.213-225)
(Tomado del Libro Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen por San Luis María Grignion de Montfort. Núms.213-225)
Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Oración a Nuestra Señora de San Luis Grignion de Montfort
Santo Rosario
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Oración a Nuestra Señora de San Luis Grignion de Montfort
Santo Rosario
Día 26º
Si queréis comprender a la Madre, dice un santo, comprended al Hijo, pues es una Madre digna de Dios: Que aquí toda lengua enmudezca. Para demostrar que la divina María ha estado desconocida hasta ahora, y que es una de las razones por las cuales Jesucristo no es conocido como debe serlo. Si, pues, como es cierto, el reino de Jesucristo ha de venir al mundo, no será sino consecuencia necesaria del conocimiento del reino de la Santísima Virgen María, que le trajo al mundo la vez primera y le hará resplandecer en la segunda venida.
Si queréis comprender a la Madre, dice un santo, comprended al Hijo, pues es una Madre digna de Dios: Que aquí toda lengua enmudezca. Para demostrar que la divina María ha estado desconocida hasta ahora, y que es una de las razones por las cuales Jesucristo no es conocido como debe serlo. Si, pues, como es cierto, el reino de Jesucristo ha de venir al mundo, no será sino consecuencia necesaria del conocimiento del reino de la Santísima Virgen María, que le trajo al mundo la vez primera y le hará resplandecer en la segunda venida.
Confieso con toda la Iglesia que no siendo María sino una
pura criatura salida de las manos del Altísimo, comparada con la Majestad
infinita es menos que un átomo, o más bien es nada, puesto que sólo Dios es
quien es, y por consiguiente, confieso que este gran Señor, Ser soberano y
absoluto, ni ha tenido ni ahora tiene necesidad alguna de la Santísima Virgen
para hacer su voluntad santísima y para manifestar su gloria. Basta que Dios
quiera, para que todo se haga.
Digo, sin embargo, que así y todo, habiendo querido Dios
empezar y concluir sus más grandes obras por la Santísima Virgen desde que la
formó, es de creer que no cambiará de conducta en el transcurso de los siglos,
pues es Dios y no varía en sus sentimientos ni en su proceder.
María es la Reina del cielo y de la tierra por la gracia,
como Jesús es Rey por naturaleza y por conquista; pues el reino de Jesucristo
consiste principalmente en el corazón y en el interior del hombre, según estas
palabras: “El reino de Dios está dentro de vosotros “, del mimo modo el reino
de la Santísima Virgen está principalmente en el interior del hombre, es decir,
en las almas, y en las almas es en donde principalmente está más glorificada
con su Hijo que en todas las criaturas visibles, y podemos llamarla con los
santos, Reina de los corazones.
(Tomado del Libro Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen por San Luis María Grignion de Montfort. Núms.12-38)
(Tomado del Libro Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen por San Luis María Grignion de Montfort. Núms.12-38)
Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Oración a Nuestra Señora de San Luis Grignion de Montfort
Santo Rosario
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Oración a Nuestra Señora de San Luis Grignion de Montfort
Santo Rosario
Cuarta Parte
Tema: CONOCIMIENTO DE
JESUCRISTO
Actos de amor a Dios, acción
de gracias por las bendiciones de Jesús, contrición y resolución
Durante este período nos emplearemos en estudiar a
Jesucristo. ¿Qué se tiene que estudiar de Jesucristo?
Primero: El Hombre- Dios, su gracia
y gloria, después sus derechos en el dominio soberano sobre nosotros; ya que,
habiendo renunciado a Satanás y al mundo, tomamos a Jesucristo como Nuestro
Señor.
Segundo: Su vida interior; las virtudes y los actos de su
Sagrado Corazón; su asociación con maría y los misterios de la Anunciación y
Encarnación. Durante su infancia y vida oculta en la fiesta de las bodas de
Caná y en el Calvario…
ORACIONES QUE SE REZARÁN
DESDE EL DÍA 27º AL 33º
DESDE EL DÍA 27º AL 33º
LETANIA DEL SANTO NOMBRE DE JESUS
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Jesús, óyenos
Jesús, escúchanos.
Dios, Padre celestial ten piedad de nosotros
Dios, Hijo, redentor del mundo, ”
Dios, Espíritu Santo,
Dios santo, trino y uno,
Jesús, Hijo de Dios vivo,
Jesús, resplandor del Padre,
Jesús, candor de la luz eterna,
Jesús, rey de la gloria,
Jesús, sol de justicia,
Jesús, Hijo de la Virgen María,
Jesús, amable,
Jesús, admirable,
Jesús, Dios fuerte, ”
Jesús, Padre del siglo futuro,
Jesús, ángel del gran consejo
Jesús, poderosísimo,
Jesús, obedientísimo,
Jesús, manso y humilde de corazón,
Jesús, amador de la castidad,
Jesús, amador nuestro,
Jesús, Dios de paz,
Jesús, autor de la vida,
Jesús, modelo de virtudes,
Jesús, celador de las almas,
Jesús, Dios nuestro,
Jesús, refugio nuestro, ”
Jesús, padre de los pobres, ten piedad de nosotros
Jesús, tesoro de los fieles, ”
Jesús, buen pastor,
Jesús, luz verdadera,
Jesús, sabiduría eterna,
Jesús, bondad infinita,
Jesús, camino y vida nuestra,
Jesús, gozo de los ángeles,
Jesús, rey de los patriarcas,
Jesús, maestro de los apóstoles,
Jesús, doctor de los evangelistas,
Jesús, fortaleza de los mártires,
Jesús, luz de los confesores,
Jesús, pureza de las vírgenes,
Jesús, corona de todos los santos, ”
Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Jesús, óyenos
Jesús, escúchanos.
Dios, Padre celestial ten piedad de nosotros
Dios, Hijo, redentor del mundo, ”
Dios, Espíritu Santo,
Dios santo, trino y uno,
Jesús, Hijo de Dios vivo,
Jesús, resplandor del Padre,
Jesús, candor de la luz eterna,
Jesús, rey de la gloria,
Jesús, sol de justicia,
Jesús, Hijo de la Virgen María,
Jesús, amable,
Jesús, admirable,
Jesús, Dios fuerte, ”
Jesús, Padre del siglo futuro,
Jesús, ángel del gran consejo
Jesús, poderosísimo,
Jesús, obedientísimo,
Jesús, manso y humilde de corazón,
Jesús, amador de la castidad,
Jesús, amador nuestro,
Jesús, Dios de paz,
Jesús, autor de la vida,
Jesús, modelo de virtudes,
Jesús, celador de las almas,
Jesús, Dios nuestro,
Jesús, refugio nuestro, ”
Jesús, padre de los pobres, ten piedad de nosotros
Jesús, tesoro de los fieles, ”
Jesús, buen pastor,
Jesús, luz verdadera,
Jesús, sabiduría eterna,
Jesús, bondad infinita,
Jesús, camino y vida nuestra,
Jesús, gozo de los ángeles,
Jesús, rey de los patriarcas,
Jesús, maestro de los apóstoles,
Jesús, doctor de los evangelistas,
Jesús, fortaleza de los mártires,
Jesús, luz de los confesores,
Jesús, pureza de las vírgenes,
Jesús, corona de todos los santos, ”
Sednos propicio, perdónanos, Jesús
Sednos propicio, escúchanos, Jesús
Sednos propicio, escúchanos, Jesús
De todo mal, líbranos, Jesús
De todo pecado, ”
De tu ira, ”
De las asechanzas del demonio,
Del espíritu de fornicación,
De la muerte eterna,
Del desprecio de tus inspiraciones,
Por el misterio de tu santa encarnación,
Por tu nacimiento,
Por tu infancia,
Por tu vida divina,
Por tus trabajos,
Por tu Pasión y gloria,
Por tu cruz y desamparo,
Por tus sufrimientos,
Por tu muerte y sepultura,
Por tu resurrección,
Por tu ascensión,
Por tu institución de la santísima Eucaristía,
Por tus gozos,
Por tu gloria, ”
De todo pecado, ”
De tu ira, ”
De las asechanzas del demonio,
Del espíritu de fornicación,
De la muerte eterna,
Del desprecio de tus inspiraciones,
Por el misterio de tu santa encarnación,
Por tu nacimiento,
Por tu infancia,
Por tu vida divina,
Por tus trabajos,
Por tu Pasión y gloria,
Por tu cruz y desamparo,
Por tus sufrimientos,
Por tu muerte y sepultura,
Por tu resurrección,
Por tu ascensión,
Por tu institución de la santísima Eucaristía,
Por tus gozos,
Por tu gloria, ”
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Jesús,
perdónanos
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Jesús, escúchanos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Jesús, ten piedad de nosotros
Jesús, óyenos.
Jesús, escúchanos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Jesús, escúchanos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Jesús, ten piedad de nosotros
Jesús, óyenos.
Jesús, escúchanos.
Bendito sea el nombre del Señor.
Ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN
Señor Jesucristo, que dijiste: Pedid y recibiréis, buscad
y hallaréis, llamad y se os abrirá; te suplicamos derrames sobre nosotros la
ternura de tu divino amor, a fin de que amándote de todo corazón, con palabra y
con obras, nunca cesemos de alabarte. Haz, Señor, que temamos y amemos también
perpetuamente tu santo nombre, porque jamás abandona tu providencia a los que
proteges con la fortaleza de tu amor. Que vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amén.
Dejadme, Amabilísimo Jesús mío, que dirija a Vos, para
atestiguaros mi reconocimiento por la merced que me habéis hecho con la
devoción de la esclavitud, dándome a vuestra Santísima Madre para que sea Ella
mi abogada delante de vuestra Majestad, y en mi grandísima miseria mi universal
suplemento. ¡Ay, Señor! Tan miserable soy, que sin esta buena Madre,
infaliblemente me hubiera perdido. Sí, que a mí me hace falta María, delante de
Vos y en todas partes; me hace falta ara calmar vuestra justa cólera, pues
tanto os he ofendido y todos los días os ofendo; me hace falta para detener los
eternos y merecidos castigos con que vuestra justicia me amenaza, para pediros,
para acercarme a Vos y para daros gusto; me hace falta para salvar mi alma y la
de otros; me hace falta, en una palabra, para hacer siempre vuestra voluntad,
buscar en todo vuestra mayor gloria. ¡Ah, si pudiera yo publicar por todo el
universo esta misericordia que habéis tenido conmigo! ¡Si pudiera hacer que
conociera todo el mundo que si no fuera por María estaría yo condenado! ¡Si yo
pudiera dignamente daros las gracias por tan grande beneficio! María está en
mí. Haec facta est mihi. ¡Oh, qué tesoro! ¡Oh, qué consuelo! Y, de ahora
en adelante, ¿no seré todo para Ella? ¡Oh, qué ingratitud! Antes la muerte.
Salvador mío queridísimo, que permitáis tal desgracia, que mejor quiero morir
que vivir sin ser todo de María. Mil y mil veces, como San Juan Evangelista al
pie de la cruz, la he tomado en vez de todas mis cosas. ¡Cuántas veces me he
entregado a Ella! Pero si todavía no he hecho esta entrega a vuestro gusto, la
hago ahora, mi Jesús querido, como vos queréis la haga. Y si en mi alma o en mi
cuerpo veis alguna cosa que no pertenezca a esta Princesa augusta, arrancadla,
os ruego arrojadla lejos de mí; que no siendo de María, indigna es de Vos.
¡Oh, Espíritu Santo! Concededme todas las gracias,
plantad, regad y cultivad en mi alma el árbol de la vida verdadero, que es la
amabilísima María, para que crezca y florezca y dé con abundancia el fruto de
vida. ¡Oh, Espíritu Santo! Dadme mucha devoción y mucha afición a María; que me
apoye mucho en su seno maternal, y recurra de continuo a su misericordia, para
que en ella forméis dentro de mí a Jesucristo, al natural, crecido y vigoroso
hasta la plenitud de su edad perfecta. Amén.
Ven, ¡Oh, Jesús!, que vives en María; ven a vivir y
reinar en nosotros, que tu vida se exprese en nuestra vida para vivir tan sólo
para Ti. Forja en nuestra alma, ¡Oh, Cristo!, tus virtudes, tu Espíritu divino
y santidad, tus máximas perfectas y tus normas y el ardor de tu eterna caridad.
Danos parte, Señor, en tus misterios para que te podamos imitar; tú que eres
Luz de Luz, danos tus luces, y en pos de Ti podremos caminar. Reina, Cristo, en
nosotros por tu Madre, sobre el demonio y la naturaleza, en virtud de tu nombre
soberano, para la gloria del Padre celestial. Amén.
Día 27º
Cristo, nuestro fin último
Cristo, nuestro fin último
Jesucristo Nuestro Señor, verdadero Dios y verdadero
hombre, debe ser el fin último de nuestras devociones; a no ser así, serían
falsas y engañosas. Jesucristo es el alfa y el omega, el comienzo
y fin de todas las cosas.
No trabajamos, como dice el Apóstol, más que por hacer
perfecto a todo hombre en Jesucristo, porque sólo en El reside toda plenitud de
la Divinidad y todas las demás plenitudes de gracia, de virtudes y de
perfecciones; porque sólo en El estamos bendecidos con toda bendición
espiritual; porque El es el único Maestro que debe enseñarnos, es nuestro único
Señor de quien debemos depender, nuestro único Jefe a quien debemos pertenecer,
nuestro único Modelo a que debemos conformarnos, nuestro único Médico que nos
debe sanar, nuestro único Pastor que debe alimentarnos, nuestro único Camino
por donde debemos andar, nuestra única Verdad que debemos creer, nuestra única
Vida que debe vivificarnos, y nuestro único Todo en todas las cosas que debe
bastarnos.
No se ha pronunciado bajo el cielo otro nombre que el de
Jesús por el cual debamos ser salvos. Dios no ha puesto otro fundamento de
nuestra salvación, de nuestra perfección y de nuestra gloria, más que a
Jesucristo; todo edificio que no está construido sobre esta piedra firme, está
levantado sobre movediza arena, y más o menos tarde caerá infaliblemente.
Con Jesucristo y en Jesucristo lo podemos todo: podemos
dar toda honra y gloria al Padre en unidad del Espíritu Santo, hacernos
perfectos y ser para el prójimo buen olor de vida eterna.
Si, pues, nos entregamos a la hermosa devoción hacia la
Virgen Santísima, es sólo para establecer más perfectamente el amor de
Jesucristo, y de hallar un medio fácil y seguro de hallar a Jesucristo.
Como ya lo he demostrado, y aún demostraré más adelante,
pues esta devoción nos es necesaria para hallar a Jesucristo perfectamente,
para amarle tiernamente y para servirle fielmente.
(Tomado del Libro Tratado de la Verdadera Devoción a la
Santísima Virgen por San Luis María Grignion de Montfort. Núms.61-62)
Letanía del Espíritu Santo
Ave, Maris Stella
Letanía del Santo Nombre de Jesús
Oración de Montfort a Jesucristo
Oh, Jesús, que vives en María
Ave, Maris Stella
Letanía del Santo Nombre de Jesús
Oración de Montfort a Jesucristo
Oh, Jesús, que vives en María
Día 28º
Leer: San Mateo, capítulo 26, versículos 1-2; 26-29; 36-46.
Leer: San Mateo, capítulo 26, versículos 1-2; 26-29; 36-46.
1 Cuando Jesús terminó de decir todas estas palabras,
dijo a sus discípulos:
2 «Ya saben que dentro de dos días se celebrará la
Pascua, y el Hijo del hombre será entregado para ser crucificado».
26 Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la
bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Tomen y coman, esto
es mi Cuerpo».
27 Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó,
diciendo: «Beban todos de ella,
28 porque esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza,
que se derrama por muchos para la remisión de los pecados.
29 Les aseguro que desde ahora no beberé más de este
fruto de la vid, hasta el día en que beba con ustedes el vino nuevo en el Reino
de mi Padre».
36 Cuando Jesús llegó con sus discípulos a una
propiedad llamada Getsemaní, les dijo: «Quédense aquí, mientras yo voy allí a
orar».
37 Y llevando con él a Pedro y a los dos hijos de
Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse.
38 Entonces les dijo: «Mi alma siente una tristeza de
muerte. Quédense aquí, velando conmigo».
39 Y adelantándose un poco, cayó con el rostro en
tierra, orando así: «Padre mío, si es posible, que pase lejos de mí este cáliz,
pero no se haga mi voluntad, sino la tuya».
40 Después volvió junto a sus discípulos y los
encontró durmiendo. Jesús dijo a Pedro: «¿Es posible que no hayan podido
quedarse despiertos conmigo, ni siquiera una hora?
41 Estén prevenidos y oren para no caer en tentación,
porque el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil».
42 Se alejó por segunda vez y suplicó: «Padre mío, si
no puede pasar este cáliz sin que yo lo beba, que se haga tu voluntad».
43 Al regresar los encontró otra vez durmiendo, porque
sus ojos se cerraban de sueño.
44 Nuevamente se alejó de ellos y oró por tercera vez,
repitiendo las mismas palabras.
45 Luego volvió junto a sus discípulos y les dijo:
«Ahora pueden dormir y descansar: ha llegado la hora en que el Hijo del hombre
va a ser entregado en manos de los pecadores.
46 ¡Levántense! ¡Vamos! Ya se acerca el que me va a
entregar».
Letanía del Espíritu Santo
Ave, Maris Stella
Letanía del Santo Nombre de Jesús
Oración de Montfort a Jesucristo
Oh, Jesús, que vives en María
Ave, Maris Stella
Letanía del Santo Nombre de Jesús
Oración de Montfort a Jesucristo
Oh, Jesús, que vives en María
Día 29º
De la imitación de Cristo y desprecio de todas las vanidades del mundo.
De la imitación de Cristo y desprecio de todas las vanidades del mundo.
Quien me sigue no anda en tinieblas, dice el Señor. Estas
palabras son de Cristo, con las cuales nos amonesta que imitemos su vida y
costumbres, si queremos verdaderamente ser alumbrados y libres de toda la
ceguedad del corazón.
Sea, pues, nuestro estudio pensar en la vida de
Jesucristo. La doctrina de Cristo excede a la de todos los Santos, y el que
tuviese espíritu hallará en ella maná escondido.
Mas acaece que muchos, aunque a, menudo oigan el
Evangelio, gustan poco de él, porque no tienen el espíritu de Cristo.
Conviéneles que procuren conformar con El toda su vida.
Conviéneles que procuren conformar con El toda su vida.
¿Qué te aprovecha disputar altas cosas de la Trinidad, si
careces de humildad, por donde desagradas a la Trinidad?
Por cierto, las palabras subidas no hacen santo ni justo; mas la virtuosa vida hace al hombre amable a Dios.
Por cierto, las palabras subidas no hacen santo ni justo; mas la virtuosa vida hace al hombre amable a Dios.
Más deseo sentir la contrición que saber definirla.
Si supieses toda. 1a Biblia. a la letra y los dichos de todos los filósofos, ¿qué te aprovecharía todo sin caridad y gracia de Dios?
Si supieses toda. 1a Biblia. a la letra y los dichos de todos los filósofos, ¿qué te aprovecharía todo sin caridad y gracia de Dios?
Vanidad de vanidades y todo vanidad, sino amar y servir
solamente a Dios.
Suma sabiduría es, por el desprecio del mundo, ir a los reinos celestiales.
(Tomado del Libro: Imitación de Cristo, Libro I, cap. 1).
Suma sabiduría es, por el desprecio del mundo, ir a los reinos celestiales.
(Tomado del Libro: Imitación de Cristo, Libro I, cap. 1).
Letanía del Espíritu Santo
Ave, Maris Stella
Letanía del Santo Nombre de Jesús
Oración de Montfort a Jesucristo
Oh, Jesús, que vives en María
Ave, Maris Stella
Letanía del Santo Nombre de Jesús
Oración de Montfort a Jesucristo
Oh, Jesús, que vives en María
Día 30º
Leer: San Mateo, capítulo 27, versículos 36-44.
Leer: San Mateo, capítulo 27, versículos 36-44.
36 y sentándose allí, se quedaron para custodiarlo.
37 Colocaron sobre su cabeza una inscripción con el
motivo de su condena: «Este es Jesús, el rey de los judíos».
38 Al mismo tiempo, fueron crucificados con él dos
ladrones, uno a su derecha y el otro a su izquierda.
39 Los que pasaban, lo insultaban y, moviendo la cabeza,
40 decían: «Tú, que destruyes el Templo y en tres días
lo vuelves a edificar, ¡sálvate a ti mismo, si eres Hijo de Dios, y baja de la
cruz!».
41 De la misma manera, los sumos sacerdotes, junto con
los escribas y los ancianos, se burlaban, diciendo:
42 «¡Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí
mismo! Es rey de Israel: que baje ahora de la cruz y creeremos en él.
43 Ha confiado en Dios; que él lo libre ahora si lo
ama, ya que él dijo: «Yo soy Hijo de Dios».
44 También lo insultaban los ladrones crucificados con
él.
Del Camino Real de la Santa
Cruz
Esta palabra parece dura a muchos: Niégate a ti mismo, toma tu cruz, y sigue a Jesús. Pero mucho más duro será oír aquella postrera palabra: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno. Pues los que ahora oyen y siguen de buena voluntad la palabra de la cruz, no temerán entonces oír la palabra de la eterna condenación.
Esta palabra parece dura a muchos: Niégate a ti mismo, toma tu cruz, y sigue a Jesús. Pero mucho más duro será oír aquella postrera palabra: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno. Pues los que ahora oyen y siguen de buena voluntad la palabra de la cruz, no temerán entonces oír la palabra de la eterna condenación.
Esta señal de la cruz estará en el cielo, cuando el Señor
vendrá a juzgar.
Entonces todos los siervos de la cruz, que se conformaron
en la vida con el crucificado, se llegarán a Cristo juez con gran confianza.
Pues que así es, ¿por qué temes tomar la cruz, por la
cual se va al reino?
En la cruz está la salud, en la cruz la vida, en la cruz
está la defensa de los enemigos, en la cruz está la infusión de la suavidad
soberana, en la cruz está la fortaleza del corazón, en la cruz está el gozo del
espíritu, en la cruz está la suma virtud, en la cruz está la perfección de la
santidad.
No está la salud del alma, ni la esperanza de la vida
eterna, sino en la cruz.
Toma, pues, tu cruz, y sigue a Jesús, e irás a la vida eterna.
El vino primero, y llevó su cruz y murió en la cruz por ti; porque tú también la lleves, y desees morir en ella.
Porque si mueres juntamente con El, vivirás con El.
Y si fueres compañero de la pena, lo serás también de la gloria.
(Tomado del Libro: Imitación de Cristo, Libro II, cap. 11).
Toma, pues, tu cruz, y sigue a Jesús, e irás a la vida eterna.
El vino primero, y llevó su cruz y murió en la cruz por ti; porque tú también la lleves, y desees morir en ella.
Porque si mueres juntamente con El, vivirás con El.
Y si fueres compañero de la pena, lo serás también de la gloria.
(Tomado del Libro: Imitación de Cristo, Libro II, cap. 11).
Letanía del Espíritu Santo
Ave, Maris Stella
Letanía del Santo Nombre de Jesús
Oración de Montfort a Jesucristo
Oh, Jesús, que vives en María
Ave, Maris Stella
Letanía del Santo Nombre de Jesús
Oración de Montfort a Jesucristo
Oh, Jesús, que vives en María
Día 31º
De la Bondad y Caridad de Dios, que se manifiesta en el Santísimo Sacramento a los hombres
De la Bondad y Caridad de Dios, que se manifiesta en el Santísimo Sacramento a los hombres
Señor, confiando en tu bondad y gran misericordia, vengo
yo enfermo, al médico: hambriento y sediento, a la Fuente de la vida; pobre, al
rey del cielo; siervo, al Señor; criatura, al Criador; desconsolado, a mi
piadoso consolador.
Mas ¿de dónde a mí tanto bien, que Tú vengas a mí? ¿Quién
soy yo para que te me des a Ti mismo?
¿Cómo se atreve el pecador a comparecer delante de Ti? Y
Tú ¿cómo te dignas de venir al pecador?
Tú conoces a tu siervo, y sabes que ningún bien tiene por
donde pueda merecer que Tú le hagas este beneficio.
Yo te confieso, pues, mi vileza, reconozco tu verdad,
alabo tu piedad, y te doy gracias por tu extremada caridad.
(Tomado del Libro: Imitación de Cristo, Libro IV, cap.
3).
Los que toman esta santa esclavitud profesarán devoción
singular al gran misterio de la Encarnación del Verbo, el 25 de marzo, que es
el misterio propio de esta devoción que ha sido inspirada por el Espíritu
Santo: primero, para honrar e imitar la dependencia inefable que Dios Hijo ha
querido tener respecto de María, para la gloria de Dios su Padre y para nuestra
salvación, la cual dependencia se muestra particularmente en este misterio en
que Jesús aparece cautivo y esclavo en el seno de la divina María, en donde
depende totalmente de Ella para todas las cosas. Segundo, para dar gracias a
Dios por los favores incomparables que ha concedido a María y particularmente
el de haberla escogido por su dignísima Madre, elección que ha sido hecha en
este misterio. Tales son los dos principales fines de la esclavitud de Jesús en
María. Como vivimos en un siglo orgulloso, en que hay un gran número de sabios
hinchados, espíritus fuertes y críticos que encuentran defectuosas las
prácticas de piedad mejor fundadas y más sólidas, vale más, para no darles
ocasión de crítica sin necesidad, decir la esclavitud de Jesús en María, y
llamarse el esclavo de Jesucristo, que es esclavo de María, tomando la
denominación de esta devoción más bien de su fin último, que es Jesucristo, que
el camino y medio para llegar a este fin, que es María, por más que una y otra
se pueden, a la verdad, usar sin escrúpulo. Otra razón es, que el principal
misterio que en esta devoción se celebra y se honra es el misterio de la
Encarnación, en el cual no se puede ver a Jesucristo sino en maría y encarnado
en su seno, es más a propósito decir la esclavitud de Jesús en María,
según aquella hermosa plegaria de tan grandes almas: Oh Jesús que vives en
María, ven vivir y reinar en nosotros …etc.
Los que adopten esta esclavitud dirán con gran devoción
el Ave María o la salutación angélica, cuyo precio, mérito, excelencia y
necesidad, pocos cristianos, aun los más ilustrados, conocen. Ha sido preciso
que la Santísima Virgen se haya aparecido muchas veces a grandes santos muy
esclavos suyos para mostrarles tan gran mérito.
Letanía del Espíritu Santo
Ave, Maris Stella
Letanía del Santo Nombre de Jesús
Oración de Montfort a Jesucristo
Oh, Jesús, que vives en María
Ave, Maris Stella
Letanía del Santo Nombre de Jesús
Oración de Montfort a Jesucristo
Oh, Jesús, que vives en María
Día 32º
Del amor de Jesús sobre todas las cosas
Del amor de Jesús sobre todas las cosas
Bienaventurado el que conoce lo que es amar a Jesús, y
despreciarse a sí mismo por Jesús.
Conviene dejar un amado por otro amado, porque Jesús
quiere ser amado sobre todas las cosas. El amor de la criatura es engañoso y
mudable, el amor de Jesús es fiel y durable. El que se llega a la criatura,
caerá con lo caedizo; el que abraza a Jesús, afirmará en El para siempre. Ama a
Jesús y tenle por amigo, que aunque todos te desamparen, El no te desamparará
ni te dejará perecer en el fin.
Tu amado es de tal condición, que no quiere consigo
admitir a otro, mas El solo quiere tener tu corazón, y como rey sentarse en su
propia silla.
Si tú supieras bien desocuparte de toda criatura, Jesús
morará de buena gana contigo.
(Tomado del Libro: Imitación de Cristo, Libro II, cap. 7)
He aquí algunas prácticas interiores muy propias para los
que el Espíritu Santo llama a una alta perfección, que, en cuatro palabras, se
reducen a ejecutar todas las acciones por María, con María, en María y para
María, a fin de practicarlas más perfectamente por Jesús, con Jesús, en Jesús y
para Jesús.
Es menester ejecutar las acciones por María, es decir, es
menester obedecer en todo a la Santísima Virgen y conducirse en todo por su
espíritu, que es el espíritu de Dios. Los que son guiados por El, son hijos de
Dios. Los que son guiados por el espíritu de María, son hijos de María, y por
consiguiente hijos de Dios, y entre tantos devotos de la Santísima Virgen, no
hay más verdaderos y fieles devotos que los que se conducen por su espíritu.
Porque el espíritu de María es el espíritu de Dios, ya que Ella no se guió
jamás por su propio espíritu.
Qué dichosa es un alma cuando está del todo poseída y
gobernada por el espíritu de María, que es un espíritu suave y fuerte, celoso y
prudente, humilde e intrépido, puro y fecundo.
Es necesario hacer todas nuestras obras con María; es
decir: que debemos en nuestras acciones mirar a María como modelo acabado de
toda virtud y perfección que el Espíritu Santo ha formado en una pura criatura,
para que lo imitemos, según nuestra capacidad. Es menester, pues, que en cada
acción miremos cómo María la ha hecho o la haría si estuviera en nuestro lugar.
Para esto debemos examinar y meditar las grandes virtudes que Ella practicó
durante su vida, particularmente: primero su fe viva, por la cual creyó sin
titubear la palabra del ángel, y creyó fiel y constantemente hasta el pie de la
cruz; segundo, su humildad profunda, que la ha hecho ocultarse, callarse,
someterse a todo y colocarse siempre la última.
(Tomado del Libro Tratado de la Verdadera Devoción a la
Santísima Virgen por San Luis María Grignion de Montfort. Núms.257-260)
Letanía del Espíritu Santo
Ave, Maris Stella
Letanía del Santo Nombre de Jesús
Oración de Montfort a Jesucristo
Oh, Jesús, que vives en María
Ave, Maris Stella
Letanía del Santo Nombre de Jesús
Oración de Montfort a Jesucristo
Oh, Jesús, que vives en María
Día 33º
El cuerpo se Cristo y la Sagrada Escritura son muy necesarios al alma fiel.
El cuerpo se Cristo y la Sagrada Escritura son muy necesarios al alma fiel.
¡Oh dulcísimo Señor Jesús! ¡Cuánta es la dulzura del alma
devota, que se regala contigo en el banquete, donde se le presenta otro manjar
que a su único amado, apetecible sobre todos los deseos de su corazón!
Sería ciertamente muy dulce para mí derramar en Tu
presencia copia de lágrimas afectuosas, y regar con ellas tus pies, como la
piadosa Magdalena. Mas, ¿Dónde está ahora esta devoción? ¿ Dónde el copioso
derramamiento de lágrimas devotas?
Por cierto, en Tu presencia, y en la de tus santos
ángeles, todo mi corazón debiera encenderse y llorar de gozo.
Porque en el Sacramento te tengo verdaderamente presente,
aunque encubierto bajo otra especie.
Porque el mirarte en tu propia y divina claridad no
podrían mis ojos resistirlo, ni el mundo entero subsistiría ante el resplandor
de la gloria de Tu majestad.
Tienes, pues, consideración a mi debilidad cuando te ocultas bajo de este Sacramento.
(Tomado del Libro: Imitación de Cristo, Libro IV, cap. 12).
Tienes, pues, consideración a mi debilidad cuando te ocultas bajo de este Sacramento.
(Tomado del Libro: Imitación de Cristo, Libro IV, cap. 12).
Es menester practicar estas acciones en María. La
Santísima Virgen es el verdadero paraíso terrenal del nuevo Adán, del cual el
antiguo paraíso terrestre era sólo figura. Hay, pues, en este paraíso terrenal
riquezas, bellezas, singularidades y dulzuras inexplicables que el nuevo Adán,
Jesucristo, dejó en él. En este paraíso tuvo El sus complacencias durante nueve
meses, obró sus maravillas y ostentó sus riquezas con la magnificencia de Dios.
En este paraíso terrestre es donde verdaderamente está el árbol de la vida, que
es Jesucristo, fruto de la vida eterna; el árbol de la ciencia del bien y del
mal que ha dado la luz al mundo. Hay en este lugar divino árboles plantados por
la mano de Dios y rociados con su divina gracia, que han producido y todos los
días dan frutos de un sabor exquisito. Solamente el Espíritu Santo puede hacer
conocer la verdad escondida bajo las figuras de las cosas materiales.
El Espíritu Santo, por boca de los Santos Padres, llama
también a la Santísima Virgen, la puerta oriental por la cual el gran sacerdote
Jesucristo entró en el mundo; por ella entró la primera vez y por ella vendrá
la segunda.
Por último, es necesario hacer todas nuestras acciones
para María. No que la tomemos como el último fin de nuestras acciones, que es
sólo Jesucristo, sino por nuestro fin próximo, nuestro misterioso medio y
manera segura para ir a El.
Es necesario emprender y hacer grandes cosas para esta
augusta soberana, apoyados en su protección. Es necesario defender sus
privilegios, cuando se le disputan, es necesario sostener su gloria, cuando se
la ataca; llevar todo el mundo, si se puede, a su servicio y a esta sólida y
verdadera devoción.
Es necesario no pretender de ella, como recompensa de
estos pequeños servicios, más que el honor de pertenecer a una tan amable
Princesa y la felicidad de estar por Ella unidos a Jesús Hijo en el tiempo y en
la eternidad.
(Tomado del Libro Tratado de la Verdadera Devoción a la
Santísima Virgen por San Luis María Grignion de Montfort. Núms.261-265)
Letanía del Espíritu Santo
Ave, Maris Stella
Letanía del Santo Nombre de Jesús
Oración de Montfort a Jesucristo
Oh, Jesús, que vives en María
Ave, Maris Stella
Letanía del Santo Nombre de Jesús
Oración de Montfort a Jesucristo
Oh, Jesús, que vives en María
CÓMO HACER LA CONSAGRACIÓN
Al fin de las tres semanas se confesará y comulgará con
la intención de entregarse a Jesucristo en calidad de esclavo de amor, por
medio de María, y después de la Comunión recitará la fórmula de consagración,
que convendrá escribirla o hacerla escribir, si no está impresa, y firmar el
mismo día que la haga. Bueno será que en ese día se pague algún tributo a
Jesucristo y a la Virgen, ya por vía de penitencia de la infidelidad a los
votos del bautismo, ya para protestar de la completa dependencia del dominio de
Jesús y de María. Este tributo será según la devoción y la capacidad de cada
cual, como ayuno, una mortificación, una limosna; aun cuando no se diera más
que un alfiler, es bastante para Jesús, que sólo atiende a la buena voluntad.
Todos los años, el mismo día se renovará la misma consagración, observando estas
prácticas durante tres semanas.
Días que se puede hacer la consagración
Día 1 31 Dic. 20 Feb. 26 Mar. 28 Abr. 13 Jul. 5 Nov.
Día 2 1 Ene. 21 Feb. 27 Mar. 29 Abr. 14 Jul. 6 Nov.
Día 3 2 Ene. 22 Feb. 28 Mar. 30 Abr. 15 Jul. 7 Nov.
Día 4 3 Ene. 23 Feb. 29 Mar. 1 May. 16 Jul. 8 Nov.
Día 5 4 Ene. 24 Feb. 30 Mar. 2 May. 17 Jul. 9 Nov.
Día 6 5 Ene. 25 Feb. 31 Mar. 3 May. 18 Jul. 10 Nov.
Día 7 6 Ene. 26 Feb. 1 Abr. 4 May. 19 Jul. 11 Nov.
Día 8 7 Ene. 27 Feb. 2 Abr. 5
May. 20 Jul. 12 Nov.
Día 9 8 Ene. 28 Feb. 3 Abr. 6 May. 21 Jul. 13 Nov.
Día 10 9 Ene. 1 Mar. 4 Abr. 7 May. 22 Jul. 14 Nov.
Día 11 10 Ene. 2 Mar. 5 Abr. 8 May. 23 Jul. 15 Nov.
Día 12 11 Ene. 3 Mar. 6 Abr. 9 May. 24 Jul. 16 Nov.
Día 13 12 Ene. 4 Mar. 7 Abr. 10 May. 25 Jul. 17 Nov.
Día 14 13 Ene. 5 Mar. 8 Abr. 11 May. 26 Jul. 18 Nov.
Día 15 14 Ene. 6 Mar. 9 Abr. 12 May. 27 Jul. 19 Nov.
Día 16 15 Ene. 7 Mar. 10 Abr. 13 May. 28 Jul. 20 Nov.
Día 17 16 Ene. 8 Mar. 11 Abr. 14 May. 29 Jul. 21 Nov.
Día 18 17 Ene. 9 Mar. 12 Abr. 15 May. 30 Jul. 22 Nov.
Día 19 18 Ene. 10 Mar. 13 Abr. 16 May. 31 Jul. 23 Nov.
Día 20 19 Ene. 11 Mar. 14 Abr. 17 May. 1 Ago. 24 Nov.
Día 21 20 Ene. 12 Mar. 15 Abr. 18 May. 2 Ago. 25 Nov.
Día 22 21 Ene. 13 Mar. 16 Abr. 19 May. 3 Ago. 26 Nov.
Día 23 22 Ene. 14 Mar. 17 Abr. 20 May. 4 Ago. 27 Nov.
Día 24 23 Ene. 15 Mar. 18 Abr. 21 May. 5 Ago. 28 Nov.
Día 25 24 Ene. 16 Mar. 19 Abr. 22 May. 6 Ago. 29 Nov.
Día 26 25 Ene. 17 Mar. 20 Abr. 23 May. 7 Ago. 30 Nov.
Día 27 26 Ene. 18 Mar. 21 Abr. 24 May. 8 Ago. 1 Dic.
Día 28 27 Ene. 19 Mar. 22 Abr. 25 May. 9 Ago. 2 Dic.
Día 29 28 Ene. 20 Mar. 23 Abr. 26 May. 10 Ago 3 Dic.
Día 30 29 Ene. 21 Mar. 24 Abr. 27 May. 11 Ago. 4 Dic.
Día 31 30 Ene. 22 Mar. 25 Abr. 28 May. 12 Ago. 5 Dic.
Día 32 31 Ene. 23 Mar. 26 Abr. 29 May. 13 Ago. 6 Dic.
Día 33 1 Feb. 24 Mar. 27 Abr. 30 May. 14 Ago. 7 Dic.
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